Mónica Aguilar, de 47 años, murió electrocutada en horas de la tarde del martes 5 de octubre, tras recibir una fuerte descarga eléctrica de un cable de alta tensión cuando, al no resistir las ganas de orinar, entró a una garita de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), ubicada en la avenida Miraflores de Cabimas, a 200 metros de Nasa.
Mónica, luego de cumplir su actividad fisiológica, se levantó y pegó su cabeza al cable de alta tensión recibiendo la descarga eléctrica que la dejó muerta en el acto.
La mujer, estaba acompañada de su pareja, quien presenció el hecho. Vivían juntos frente a Macro y se dedicaban a vender artesanías de madera en la avenida Miraflores.
Efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) levantaron el cadáver.