Los familiares de un fallecido por Covid-19 en el Hospital Universitario de Los Andes denunciaron el grave error cometido por el personal de la institución al entregar un cuerpo equivocado para cremar.
Por Corresponsalía La Patilla
De acuerdo a la familia, en la tarde del domingo 10 de octubre los encargados de la morgue informaron que habían cometido una equivocación al entregar a la funeraria los restos de su familiar, el comerciante Yonis Urbina, y en su lugar dieron el cuerpo de un habitante del pueblo de Tovar de apellido Márquez a quien iban a cremar.
La directora del Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes (Iahula), Margarita De Aguirre, aclaró este lunes 11 en rueda de prensa que este lamentable hecho es responsabilidad directa del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forences (Senamecf), institución dependiente del Ministerio para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz.
“El sábado 9 de octubre fallecieron dos personas por Covid-19. De inmediato, el personal de enfermería realizó el protocolo de embalaje e identificación de los cadáveres para trasladarlos al área de morgue. Los médicos de guardia elaboraron los certificados médicos y los presentaron al departamento de historias médicas para el cierre de las mismas. Hasta ahí llega la responsabilidad de nuestro personal”, agregó De Aguirre.
Josary Rojas, esposa de Urbina, manifestó que alrededor de 5 horas la institución no les dio respuesta, por lo que decidieron denunciar la irregularidad ante el CICPC. Al enterarse en la dirección del hospital y luego de una reunión entre las autoridades del recinto, les comunicaron sobre el despiste cometido.
“Ni los funcionarios de Senamecf ni los trabajadores de la funeraria realizaron la verificación del acta de defunción y el rotulado que llevaba el cadáver y procedieron a cremar el cuerpo de mi esposo. Habían llevado las cenizas hasta Tovar pensando que era el señor Márquez y tuvieron que devolverlas (…) Yo no lo iba a cremar”, insistió Rojas.
La denunciante sugirió al hospital mejorar los protocolos para el retiro de los cadáveres y así evitar inconvenientes de este tipo en otra oportunidad. “Debería haber un técnico dentro de la institución que junto al servicio funerario esté verificando y corroborando que las especificaciones y documentos coinciden para trasladar los cuerpos. Son seres humanos”, expresó.
Por su parte, De Aguirre aseguró que el hospital presentó las pruebas pertinentes al Ministerio Público para el debido proceso y resolución del caso.