Este régimen no se para en nada a la hora de siquitrillar a quien estime que es un estorbo o un crítico de sus andanzas. Ahora le tocó el turno a uno de la familia de las Fuerzas Armadas, si es que a esa conglomeración se puede tildar de esa manera. La muerte del General Raúl Isaías Baduel tiene que tocar los sentimientos de muchos oficiales y soldados del mundo castrense. Se trata de un militar que se formó en la academia y que llego a la cúspide de esa pirámide de mando que al dia de hoy luce trastocada porque los trepadores no se apoyan en méritos para escalarla, sino que se supeditan a esperar favores por la sumisión prestada.
Ya no fue un concejal opositor ni un estudiante rebelde y contestatario. Otra vez fue uno de la casta militar, se repite el molde de las torturas continuadas que le cegaron la vida al Capitán Rafael Acosta Arévalo al que le sacaron el último suspiro después de que lo molieron a palos dentro de los calabozos de la DIGCIM. Debe tenerse en cuenta que esas instalaciones las controlan militares, o sea, pudiera decirse que, ciertamente, como dice mi abuela Emelina, “no hay peor cuña que la del mismo palo”. Lo mismo acaba de suceder con la vida de un general que mantuvieron en cautiverio ilegal por mas de 10 años, al que no se le respetó su debido proceso judicial y que, aunque ya había cumplido con creces los años de cárcel impuestos arbitrariamente, lo mantenían encarcelado.
El encono contra el general Baduel arropó a su familia, varios de sus hijos han sido, y siguen siéndolo, blanco de la mirada encendida por el odio con que miran a los que disienten de las andanzas de un régimen forajido como el que no se detiene en su afán cruel de matar. No se salvan ni los compadres, como lo fue Baduel de Chávez, quien no respetó la relación afectiva e institucional que mantuvieron y porque Chávez no toleró que el General Baduel se opusiera a sus caprichos continuistas y absolutistas cuando pretendió darse una nueva Constitución en aquel fracasado Referéndum Constitucional del 2 de diciembre de 2007.
¿Qué dirán los militares viendo como se liquida, así, a mansalva, con todo desparpajo a uno de los suyos? ¿O es que acaso creen ilusamente que a cualquiera de ellos les puede llegar esa lotería de la Sayona? ¿Guardarán silencio oprobioso sabiendo que al General lo mataron, poco a poco, por denunciar los desafueros de un régimen que se está llevando también a la tumba la historia de aquella digna Fuerza Armada Nacional?
@CYsmayel