Siempre se dice que “no hay nada oculto bajo el sol”; un decir que nos lleva a entender la conducta del ser humano en sociedad, que no deja al azar la mentira, porque la verdad siempre aparece o se descubre. Es lo que pasa hoy, cuando se presumen muchas apreciaciones fundadas en el decir o el que dirán, argumentadas las propuestas a la suerte de que así ha sido siempre y así será.
Es obvio, que los fenómenos que surgen de la conducta de ser humano, no pueden predecirse con certeza, toda vez que en cada uno de ellos se imponen el momento y la cereta de la acción; no siempre, a semejanza del fenómeno natural, donde toda acción genera una reacción igual, mientras que de la acción humana surge una reacción no siempre igual, ya que en ella influyen los factores, que obviamente les impone al accionante, para que el efecto sea como desea. De todas formas, en el resultado aparecerán resultados muchas veces inesperados, porque al igual que en los naturales, en ellos influyen el momento, el lugar y la oportunidad.
Es lo que pasa hoy, cuando se encienda la alarma por la muerte del general Baduel, ficha importante del chavismo, que luego de enfrentar a su mentor, sufrió la furia de chavistas y antichavistas, sin recato. Es obvio, que esta es la “lógica” reacción, inesperada de los chavistas, pero si, latente en los opositores, quienes sufren las penurias del reto tiránico secuela del mismo ignaro chavismo. Una reacción humana, que quiérase o no se transforma en inhumana, cuando se trata de una persona difunta, que en su andar pagó con creces su equivocación y su error, pagando además una penitencia, que lo llevó a su muerte en prisión, por su errada comparsa de los juramentados en el Samán de Güere.
Muchos dirán, que es la defensa póstuma de un personaje de raro pensar, que es responsable de los crímenes cometidos por su copartícipes, donde otros venezolanos también han perdido la vida por la furia de la tortura carcelaria, sin embargo, lo hacemos sin dejar de lamentar las otras muertes, ya que como venezolanos amantes de la justica, emprendemos constantemente campañas para denunciar los hechos y actos antijurídicos, que ocurren por la falta de un poder judicial capacitado en su mayor parte para enfrentar la mala praxis policial, que en la mayoría de los casos, es cometida por cuerpos policiales no constitucionales.
Decimos que descodificamos a Baduel, porque venimos enfrentando el decir de muchos, que creen que su muerte es una victoria para los antichavistas radicales o light, quienes se creen los detentores de la oposición a este enjambre de avispas en que se ha convertido la lucha opositora contra el régimen que ellos crearon; y otros, quienes creen que el régimen está allí mandando, porque no ha habido una intervención militar interna o externa que lo saque del poder, o, porque la oposición está dividida; en verdad ¡una debacle política!, por no llamarlo ¡lerdo desastre nacional!.
Para no extender mucho este pensar, queremos solo rememorar los cánones que usamos cuando escribimos “El código Baduel”; ese pensar que nos generó la extraña visión de un ser humano, que confundido entre bolivarianos y revolucionarios, se unió a la farsa que generó el chavismo, donde otros, sin pensarlo dos veces, se apartaron de la “comparsa”, porque no tenían el poder de auto convicción que tenía Baduel, ese poder que lo llevó a prisión y a la tumba.
Es para recordar nuestra interrogante, ¿confesión o arrepentimiento?, cuando valorábamos “…la entrega del “testigo”, como ministro de la defensa, a un supuesto seguidor de la violencia emprendida por Chávez”, y cuando nos preguntábamos, ¿si llevaba la procesión por dentro? Ello nos fue corroborado en su carta que nos enviara referida a nuestro artículo, donde nos dijo; “Resulta cierta su apreciación de que tuve que utilizar un lenguaje codificado, habida cuenta del momento, lugar, destinatario y auditorio en el que dichas palabras fueron expresadas…”, y continuó diciendo: “Es posible que esto le haya restado mucho poder de penetración a esas palabras y por ello le adelanto que me encuentro en la tarea de escribir de manera más sencilla y clara, mis posiciones respecto a lo que, en los órdenes político y económico, se pretende hace de nuestra patria…”
Pocas palabras y mucho decir, es lo que se pretende con el general Baduel; bien pensado por algunos, pero la mayoría que nunca le perdonaron el regreso de Chávez el 13 de abril; sinembargo, en esta descodificación debemos agregar el sustrato de la ocurrencia del 11 y 12 de abril, cuando pocos pensaron en lo que podía hacer el poder del régimen de Chávez, considerado como derrotado, como ocurrió. No obstante, tenemos que asimilar el pensar de quienes, sin recapacitar o de buena fe lo apoyaron y no comprendieron la marcha del 11 de Abril.
Terminando la descodificación, debemos revisar la conducta de Baduel luego de la entrega del ministerio de la defensa y después, cuando fue puesto en libertar, habiendo pagado la pena impuesta en el juicio a que fue sometido.
En la carta que mencionamos de introducción, hay una expresión que nos ayuda a entender su pensar, cuando nos dice: “…es que siento la imperiosa necesidad de advertir a nuestro pueblo, las graves implicaciones que en todo orden tendría la implantación de ese sistema en nuestra nación.”, se refería al socialismo del siglo XXI.
Cada quien es libre de pensar y entender esto que llamamos “El código Baduel”, sin embargo, para bien o para mal, debemos dar al César lo que es del César, recordando que “errar es de humanos y rectificar de sabios”.
@Enriqueprietos