La puerta giratoria del chavismo trajo a la gerencia pública al ingeniero Rafael Gruszka y casi de inmediato lo devolvió a la actividad privada, pero con renovados contactos con el Estado y apetencias por negocios inéditos. Uno de ellos, con éxito reconocido, fue el béisbol profesional, donde convirtió a Caribes de Anzoátegui en una potencia. Pero casi al mismo tiempo se embarcó en la constitución de una offshore en Islas Vírgenes Británicas que despertó suspicacias en un despacho de abogados panameño y nunca cumplió su cometido.
Por JULLET PINEDA / armando.info
?Rafael Gruszka Tress, un hombre de negocios habituado a mantener un bajo perfil, es mejor conocido en Venezuela por haber convertido a una franquicia de relleno surgida de la última expansión de Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), Caribes de Anzoátegui, en una virtual dinastía. Es el campeón vigente del béisbol venezolano, y ha conquistado el gallardete en cuatro de las últimas 10 temporadas.
La última vez que Gruszka abandonó por un motivo distinto ese bajo perfil, no le fue tan bien. En esa ocasión aceptó ser el presidente, con carácter de ministro, del Fondo de Desarrollo Urbano (Fondur) entre 2001 y 2003, al comienzo del primer gobierno de Hugo Chávez. Diez años más tarde, su gestión pública sería investigada por presuntas irregularidades. En 2016, la Asamblea Nacional de mayoría opositora mencionó una de las empresas representadas por Gruszka entre aquellas vinculadas a presuntos hechos de corrupción en la construcción de seis grandes hospitales. La compañía, sin embargo, no se encargó de las obras civiles sino del desarrollo de planos de arquitectura, trabajos que, en su presentación ante el parlamento, aseguró haber cumplido.
En un ámbito más reservado, sin embargo, otra movida de Gruszka levantaba las cejas, en ademán de suspicacia, entre quienes tenían que ejecutarla.
En 2018, Gruszka buscó registrar en las Islas Vírgenes Británicas (BVI, por sus siglas en inglés) una comercializadora de suministros y servicios para empresas de gas y petróleo, bajo la denominación de Saigon Oil Corp y con un capital de 10 millones de dólares. Entonces usó los servicios de Overseas Management Company (OMC), un despacho de abogados especializado en servicios offshore con sede en Panamá, cuyos funcionarios iniciaron un encendido intercambio de comunicaciones sobre la idoneidad del cliente.
Así lo muestran documentos de los Pandora Papers, una filtración masiva de 11,9 millones de documentos procedentes de 14 firmas offshore, cuyos servicios consisten en registrar compañías, fideicomisos u otras entidades en jurisdicciones con impuestos bajos o nulos para clientes adinerados. Aunque los servicios que prestan estas firmas no son ilegales, en algunos casos facilitan la evasión de impuestos y permiten ocultar las identidades de los propietarios de estas empresas.
Decenas de documentos de la filtración, procesados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (o ICIJ por sus siglas en inglés) y compartidos con Armando.info, entre 150 medios de todo el mundo, muestran que Gruszka no incursionó solo en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas.
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