Cuando Sebastián Kanovich cofundó la startup latinoamericana de pagos digitales dLocal en Montevideo en 2016, le costó que los inversores extranjeros lo tomaran en serio, señala un reporte de la agencia Reuters
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“Tuvimos muchos ‘no’ antes de obtener el primer ‘sí'”, dijo a Reuters. “No solo éramos de América Latina, sino de Uruguay, poco conocidos por la industria de tecnología”.
Cinco años después, la historia es diferente.
dLocal cotiza en el índice Nasdaq en Nueva York desde junio y actualmente tiene un valor de 16.000 millones de dólares, gracias a alianzas con empresas como Amazon y Uber en 30 países, mientras que otras firmas latinas de tecnología se están sumando a la ola.
En los primeros nueve meses de 2021, las nuevas empresas latinas, desde el prestamista en línea brasileño Nubank hasta la empresa de mensajería colombiana Rappi, recaudaron 14.800 millones de dólares en dinero nuevo, un aumento del 174% desde el año pasado, según mostraron los datos proporcionados a Reuters por CBInsights.
El boom latinoamericano ha llamado la atención de algunos de los nombres más importantes del capital privado y de riesgo, como SoftBank Group Corp, General Atlantic y Sequoia Capital. Ahora los bancos de Wall Street están buscando aprovechar la fiebre del oro sacando a bolsa más “unicornios” latinos en Estados Unidos.
Al menos 10 nuevas empresas tecnológicas latinoamericanas, incluido el servicio de alquiler de apartamentos de Brasil QuintoAndar, así como el distribuidor de autos usados de México Kavak y las fintechs Clip y Creditas, están preparando ofertas públicas iniciales (OPI) para el próximo año, dijeron a Reuters seis fuentes con conocimiento de los acuerdos.
Todas las fuentes solicitaron el anonimato ya que las discusiones sobre los debuts planificados son confidenciales.
Kavak, QuintoAndar y Clip declinaron hacer comentarios. Creditas dijo que no podía compartir ninguna información sobre una OPI en este momento.
Nubank, que cuenta con Berkshire Hathaway Inc de Warren Buffett como inversionista, apunta a una valoración superior a 55.000 millones de dólares en una oferta pública inicial en Estados Unidos en 2022, para convertirse en la institución financiera más valiosa de la región, según informó Reuters en agosto.
Aspiraciones en el mercado global
El auge de los unicornios latinoamericanos, firmas privadas con un valor de al menos 1.000 millones de dólares, está siendo impulsado por un boom de servivios electrónicos que se aceleró durante las cuarentenas por la pandemia, dijeron ejecutivos de bancos y abogados de los acuerdos.
“Las empresas de la región han madurado en los últimos cinco años y ahora creemos que probablemente habrá entre dos y tres OPI de tecnológicas latinoamericanas por trimestre para el próximo año”, dijo Rodrigo Maldonado, director ejecutivo de Morgan Stanley en Brasil, refiriéndose a debuts bursátiles en Nueva York.
Si bien América Latina todavía está por detrás de Asia, Europa y Estados Unidos en términos de volúmenes de nuevas empresas tecnológicas, el uso generalizado y creciente de teléfonos inteligentes, redes inalámbricas y tarjetas de pago ha creado una demanda inmediata de nuevos servicios digitales.
Los consumidores expertos en teléfonos inteligentes de la región se han sentido cada vez más cómodos con las billeteras digitales e incluso han comenzado a hacer citas virtuales con el médico mediante aplicaciones para móviles.
Es por eso que los capitalistas de riesgo todavía están acuñando unicornios tecnológicos en América Latina, y algunas nuevas empresas más establecidas están impulsando los planes de cotización en Estados Undios, a pesar de la reciente liquidación del mercado que afectó a las firmas de tecnología.
“Si miras el mercado desde Latam ahora, es bastante sorprendente lo que podría provenir de la región, no solo de Brasil, sino también de países como México, Colombia y Perú”, dijo Alex Ibrahim, director de Mercados de Capitales Internacionales de la Bolsa de Valores de Nueva York.
“Y varias de esas startups de alto crecimiento de esos países están apostando por grandes mercados globales como Estados Unidos”, expresó.
Muchos mercados de valores en América Latina están dominados por empresas más tradicionales, como bancos y firmas de materias primas, lo que está impulsando a las starups a buscar cotizar en el Hemisferio Norte. Las empresas de tecnología representan menos del 10% del índice de referencia Bovespa de Brasil, por ejemplo, mientras que constituyen casi un tercio del índice S&P 500 de Estados Unidos.
Sin embargo, quedaron atrás los días en que las startups latinas eran vistas como un punto de entrada más barato para los inversores que las estadounidenses. La mayor parte de la financiación está ahora a valoraciones similares a las de sus rivales de Silicon Valley, dijeron a Reuters banqueros de inversión y capitalistas de riesgo.
“Veo múltiplos para startups en Brasil y México como muy similares a los de otros lugares, (especialmente) si la compañía tiene aspiraciones de crecimiento global”, dijo Martin Escobari, copresidente del inversor de crecimiento estadounidense General Atlantic, que tiene una docena de startups latinoamericanas en su cartera.
Todavía hay desafíos que las empresas de tecnología deben superar en la región, incluida la escasez de talento en ingeniería.
General Atlantic estima que las universidades de América Latina capacitan a 40.000 desarrolladores de software al año, muy por debajo de los 100.000 que estima que el sector tecnológico de rápido crecimiento necesita anualmente. Otros factores, como la inestabilidad política y económica, también hacen que los inversores sean más cautelosos al buscar negocios que creen que serán resistentes.
La región también tiene un historial de ir de auge a caída, como en 2014-2015, cuando varios grandes inversores se retiraron tras una recesión económica que condenó las perspectivas de varias empresas tecnológicas incipientes.
Pero los inversores con mucho dinero, como SoftBank y Sequoia, están apostando a que esta vez es diferente y buscan obtener grandes beneficios con algunas iniciativas. Las ganancias asombrosas están, a su vez, inspirando a una nueva generación de financistas e inversores tecnológicos.
“Las empresas tecnológicas surgieron por primera vez en la región hace aproximadamente 20 años, pero solo ahora todos los componentes básicos están en su lugar: infraestructura, empresarios, inversionistas de capital de riesgo y mercados de capital”, dijo Escobari de General Atlantic.
Fintech favororecidas
Las startups enfocadas en tecnología financiera, o fintech, están absorbiendo gran parte del financiamiento con una participación del 40% de la composición total en 2020, según LAVCA, una asociación de capital privado en América Latina.
Muchos de ellos venden servicios financieros a los “no bancarizados”, o aquellos que no pueden acceder a la banca tradicional, y firmas como la brasileña Nubank, C6Bank -que cuenta con el respaldo de JPMorgan- y Creditas de SoftBank se han beneficiado más del interés de los inversores.
Con la tecnología ‘fintech’ en boga, nuevas empresas de otros sectores como Kavak y QuintoAndar han comenzado a ofrecer servicios financieros a los consumidores, incluidos préstamos para automóviles y seguros.
Sequoia solo tiene dos inversiones latinoamericanas ahora, Nubank y Rappi, pero Sonya Huang, socia de la firma de capital de riesgo, dijo que planeaba respaldar una o dos empresas al año, en sectores como finanzas, comercio electrónico, salud y educación.
“La región es muy diferente de Estados Unidos o Europa, pero hay algunas grandes tesis que han demostrado ser correctas a nivel mundial, como la banca digital o la banca móvil, y pueden aplicarse en la región”, dijo Huang a Reuters.
El grupo japonés SoftBank renovó sus apuestas en América Latina con un Fondo de 3.000 millones de dólares el mes pasado, menos de tres años después de lanzar su primer fondo regional. Desde 2019, ha invertido en aproximadamente 50 startups latinas, dijo Alex Szapiro, director de SoftBank para Brasil y socio operativo.
“Ahora, el capital es básicamente una mercancía para la región”, declaró.