Han transcurrido 16 años desde aquel rimbombante anuncio del fallecido expresidente Hugo Chávez sobre la construcción del segundo puente sobre el Lago de Maracaibo, el también llamado puente Cacique Nigale, que pretendía ser el tercer puente colgante más grande de América Latina.
Corresponsalía La Patilla
Considerado como una de las obras de infraestructura más ambiciosa concebida durante el mandato de Chávez, terminó siendo otro proyecto inconcluso, donde se evidencia uno de los más descarados hechos de corrupción en la historia reciente. Con estos recursos se hubiera podido construir cuatro hospitales, según estimaciones del expresidente del Consejo Legislativo del Zulia, Eliseo Fermín.
El proyecto estuvo a cargo de la emblemática empresa brasilera Odebrecht, cuestionada precisamente por sus “negocios turbios” que involucró a varios gobiernos latinoamericanos. Según la ONG Transparencia Venezuela, el monto del desfalco a la nación es de aproximadamente 450 millones de dólares.
El puente Nigale conectaría a las ciudades zulianas de Santa Cruz de Mara y Punta de Palmas ubicadas a ambos lados del Lago de Maracaibo, en el Municipio Miranda, e incluiría un puente de 10,8 km, con un tramo de 852 metros de túnel sublacustre, así como con una vía férrea de 10,8 km, pero esta última con un túnel de 5,12 km. Se planeaba, además, construir tres islas artificiales para sostener la estructura donde se tenía previsto edificar centros recreativos, turísticos y de entretenimiento.
Hugo Chávez anunció la construcción del puente Nigale durante la transmisión nro. 241 de su maratónico programa dominical “Aló, Presidente” del 27 de noviembre en 2005. El proyecto incluía pistas para vehículos y vías férreas, con lo cual se convertía en una alternativa al puente General Rafael Urdaneta, puesto en servicio desde 1962, una obra importantísima que impulsó de manera legal el comercio entre Colombia y Venezuela.
Puro engaño
Chávez en su momento prometió la obra para el año 2010. Odebrecht y otros funcionarios del gobierno cambiaron la fecha de culminación para 2018 y 2019. El expresidente Chávez murió tres años después de la anunciada primera fecha de culminación de la obra y no se evidenció ni siquiera el 20% de la construcción.
El dirigente opositor Lester Toledo ha denunciado los hechos de corrupción en torno a esta obra de envergadura que ha quedado en “veremos”, como se dice coloquialmente en el Zulia. En tal sentido, Toledo dijo para La Patilla que según documentos públicos y anuncios de TV, Chávez mencionó en su momento que la construcción del puente Cacique Nigale se incluiría dentro del plan de inversión 2006-2008 para el estado Zulia. En esa ocasión, el fallecido mandatario habló sobre la aprobación de BsF 152.000 millones para la ejecución de la obra.
El 14 de noviembre de 2006 y justo 20 días antes de las elecciones presidenciales en las cuales Chávez buscó la reelección, se puso la piedra fundacional de la estructura que prometió ser entregada en 2010 y cambiaba su nombre a puente Nigale.
Luego el 16 de noviembre de 2006 se reportaba que la primera fase de la obra del segundo puente sobre el Lago de Maracaibo arrancaría con 57 millones de dólares, a ser aportados por Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden). El proyecto contaría con un sistema incorporado. Para esta obra y el sistema ferroviario Maracaibo–Carora–Barquisimeto (de unos 230 kilómetros aproximadamente) se destinarían un total de 560 millones de dólares.
El 02 de octubre de 2011 se reportó que la filial Pdvsa Ingeniería y Construcción, creada por orden presidencial en 2007, destinaría más de 63.000 millones de dólares en los siguientes seis años para desarrollar 70 proyectos “estructurales”, incluyendo la ejecución del segundo puente sobre el Lago de Maracaibo. El presidente de Pdvsa Ingeniería y Construcción, José Ramón Arias, precisó en ese momento sobre el Nigale: “Tenemos entendido que el año entrante (año 2012) habrá unos movimientos de tierra (…) unos inicios de la obra. Nosotros ponemos a disposición nuestro personal porque es una estructura muy importante”.
“Los venezolanos y en especial los zulianos no han podido ver ni usar la infraestructura por la que el Estado venezolano le pagó más de 450 millones de dólares a la empresa brasilera Odebrecht”, recordó Toledo.
Un guiso rojo
Eliseo Fermín, expresidente del Consejo Legislativo del estado Zulia (Clez), dijo que la obra que fue vendida para justificar el desembolso mil millonarios de recursos, pero solo quedó en propaganda y planos. Según la información aportada por Fermín, del puente Nigale solo colocaron la piedra fundacional, hicieron un movimiento de tierra de 300 metros, clavaron unos pilotes y los espigones.
“Este es uno de los hechos de corrupción más descarados en el Zulia. Desembolsaron unos recursos millonarios, que hubiera alcanzado para construir, por lo menos, cuatros hospitales. Pero el verdadero plan del chavismo era empezar el desangramiento y lavado de dinero por medio de una empresa extranjera para complacer las apetencias personales de Chávez y sus ministros”, denunció Fermín.
En la actualidad lo único que se aprecia del puente Nigale es la piedra fundacional, unos pocos pilotes y una infraestructura mínima, pues hasta el cercado de la obra fue desvalijado. Presuntamente grupos relacionados con el régimen estuvieron recolectando tubos, láminas de hierro y materiales metálicos del fracasado proyecto, para ser desguazados y vendidos en forma de chatarra a otros países, específicamente a Turquía.
“La obra del puente Cacique Nigale estaba bien diseñada, siempre tuvo un propósito: empezar a desviar los recursos de los venezolanos. Chávez siempre estuvo presto y dispuesto, porque para solventar este caso era muy fácil el procedimiento. Ubicar el punto de cuenta de aprobación de los recursos, ubicar a los dueños de la empresa que se le asignó la obra, verificar la edificación, pero sabemos que está inconclusa y solo se ejecutó un 17%. Nunca hubo voluntad política, porque este fue uno de los guisos millonarios del difunto y sus secuaces”, sentenció.
William Barrientos, diputado zuliano de la legítima Asamblea Nacional, acotó que la construcción del puente Cacique Nigale fue la “oferta engañosa electoral” más emblemática del difunto presidente Chávez. Destacó que esta obra no fue original de Chávez, sino de Manuel Rosales, quien para el año 2000 habló de la idea de construir un puente alterno al del Lago de Maracaibo, que conectaría al norte del Zulia con el municipio Miranda. En ese entonces, Rosales lo denominó puente Almirante Padilla en honor a la Batalla Naval del Lago.
Monumento a la corrupción
Barrientos calificó los recursos desembolsados para la construcción del puente Nigale como inconmensurables y uno de los mayores hechos de corrupción sin precedentes en la historia republicana de Venezuela.
En el año 2014, el régimen chavista realizó un último desembolso del cual se tiene registro público por un monto de 46 millones de dólares asignados a una empresa neerlandesa. “Los cálculos de los pagos tenían un sobreprecio garrafal”, señaló el parlamentario. “De allí los recursos saldrían para el soborno de ministros, acólitos del régimen, para regalos y financiamientos internacionales y para comprar el apoyo de otros países al gobierno chavista”.
Según la información recabada, esos 46 millones de dólares serían para el alquiler del martillo hidráulico, máquinas especiales para perforar los túneles, excavar y poner los pilares que sostendrían la infraestructura de hierro. Un par de grúas RT89oE serían alquiladas por un año a un costo de 1.6 millones de dólares al año y otras dos grúas Moritow 1600 por un monto de arrendamiento de 8.4 millones de dólares anual, equipos que nunca fueron arrendados.
“En el año 2019 una comisión de la Asamblea Nacional realizó una inspección a la obra del puente acompañados de ingenieros, arquitectos y expertos en la materia. Encontramos un monumento a la desidia, saqueado por completo, la obra paralizada, que hasta las cabillas se las robaron”, señaló Barrientos.
La comisión levantó un informe que fue consignado a la Comisión de Contraloría del parlamento nacional, la Fiscalía General de la República, los organismos internacionales competentes y a las autoridades del gobierno brasilero.
“Pero como todo en este país, quedó engavetado. Luis Brito, presidente del parapeto de asamblea paralela ilegal que quisieron montar, traspapeló las pruebas y las evidencias del monumento a la desidia, porque en Venezuela no hay Estado de Derecho, pero tanto las autoridades brasileras como de otros países tienen las pruebas del incalculable y comprobable desfalco a la nación”.
No todo está perdido
El presidente del Centro de Ingenieros del estado Zulia (Cidez), el arquitecto Hernán Mendoza Brice, calificó la obra del puente Cacique Nigale como “una deuda del gobierno nacional con el Zulia, y en especial con los municipios de la subregión Guajira”.
A juicio del profesional “se destinaron a su construcción una ingente cantidad de recursos para que estuviese inaugurado en 2010 y a la fecha solo pudo lograr un avance de poco más del 16% de su estructura, principalmente con trabajos como remoción de tierra y algunos pilotes”.
Para Mendoza Brice “lo que pudo significar una vía de desarrollo y modernidad para la región, se convirtió en una muestra de lo que la falta de planificación puede hacer en materia de políticas públicas. Este puente no solo reduciría el tiempo de traslado de productos y personas desde la subregión, sino que minimizarían el desgaste del puente Rafael Urdaneta”, acotó.
Afirmó que “no es descartable que se pueda retomar el proyecto, y que desde el Cidez fue consultado con respecto a su ubicación, pero se debe garantizar la transparencia en el manejo de los recursos y la calidad de los materiales en su construcción, por cuanto al estar más cerca de la desembocadura del lago, es mayor la fatiga que puede sufrir producto de la salinidad.