Sucedió hace treinta años, cuanto el narcotraficante colombiano Pablo Escobar fue abatido en Medellín. La violencia y la venta de cocaína no disminuyó en el país latinoamericano. La muerte del icónico y sangriento capo de la droga marcó el fin de una época pero no el final de un negocio ilegal muy lucrativo. ¿Cambiarán las cosas con la detención de Dairo Antonio Usuga, más conocido como “Otoniel”, jefe del Clan del Golfo, uno de los cárteles más importantes de Latinoamérica también conocido como Los Urabeños?
Por La Razón
Los expertos no esperan que haya cambios sustanciales a medio plazo. De hecho, ven probable que el tráfico continúe a buen ritmo a tenor de las cifras que indican que la producción de cocaína en Colombia aumentó un 8% el año pasado con 1.228 toneladas, según cifras de Naciones Unidas.
Pese a todo, el arresto de “Otoniel” deja a corto plazo tres escenarios posibles. El primero, una guerra interna entre los cabecillas del cartel para hacerse con el control del negocio. Dos, una fragmentación del Clan del Golfo en un proceso de escisión que podría generar nuevos grupos criminales. Tres, actores como la guerrilla del ELN, el Ejército de Liberación Nacional, podrían tomar el control tras un posible vacío de poder dejado por la caída del jefe. Los expertos hablan de cuatro posibles nombres como sucesores de “Otoniel” al frente del Clan del Golfo, si bien solo dos están mejor posicionados.
Wilmer Giraldo Quiroz
A Wilmer Giraldo se le conoce con el sobrenombre de “Siopas” y está considerado como el segundo al mando de Los Urabeños, por lo que podría intentar tomar las riendas del grupo desde su bastión en la región del Chocó, en el Pacífico colombiano. Giraldo fue guerrillero de los frentes 5° y 58 de las FARC, y actualmente actuaría como comandante del bloque Pacífico del Clan del Golfo, con influencia desde Chocó hasta Nariño. Giralda Quiroz, buscado por la Interpol y con varios procesos abiertos en Colombia, tendría bajo su autoridades a un “ejército” de 500 hombres bajo la estructura “Jairo de Jesús Durango”. Según Caracol Radio, “Siopas” aparece entre los 30 criminales más buscados por el reclutamiento de niños niñas y adolescentes. Sería, además, el responsable del asesinato de varios líderes sociales colombianos y de atentados contra miembros de las Fuerzas de Seguridad.
Jobanis de Jesús Ávila
Conocido por su alias de “Chiquito Malo”, Jobanis de Jesús Ávila, miembro de Los Urabeños, tiene más posibilidades de quedarse con la jefatura de la organización, según algunos medios colombianos. Dedicado a las labores de producción y comercialización de cocaína dentro del Clan del Golfo además de responsable del armamento, llegó a ser comandante de la estructura criminal en los últimos años. Según explicó Fernando Quijano, director de la ONG Corpades, a Caracol Radio, “es un 90 % seguro que ahora el mando del Clan del Golfo lo tiene ‘Chiquito Malo’. Si él tomara la decisión de no asumir el mando lo asumiría alias ‘Siopas’, quién está dominando todo el Suroeste Antioqueño”. Ávila ha sido durante años el lugarteniente de “Otoniel”, un fiel escudero durante casi veinte años de criminalidad tras su paso por el conocido como Bloque Bananeros de las Autodefensas Unidas de Colombia. También está buscado por la Interpol y en EEUU existe una solicitud a Colombia para que sea extraditado por el delito de narcotráfico. En Colombia su cabeza se paga con 133.000 dólares de recompensa.
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