Alexander Pichushkin es apodado como ‘el asesino del ajedrez’.
Por El Tiempo
Su nombre recuerda uno de los episodios más trágicos y dolorosos en Rusia, pues confesó a las autoridades el homicidio de 61 personas y estaba a tres de completar su objetivo: equiparar los asesinatos con las 64 casillas de un tablero de ajedrez.
El hombre pensaba sus movimientos, como si estuviera en una partida, para evitar ser descubierto.
Estuvo oculto por varios años cometiendo las barbaries en el parque Bittsevsky, de Moscú. Hasta 2006 fue detenido y condenado de por vida, como reseñaron distintos medios.
Infancia en el parque
No conoció a su padre, debido a que abandonó el hogar cuando era muy pequeño. Así que su mamá y abuelo se encargaron de la manutención.
Lo llevaban de manera frecuente al parque Bittsevsky. Podrían pasar tardes enteras allí. Él jugando y corriendo por las zonas verdes y su abuelo tratando de seguirle el paso.
Pichushkin era un “joven agradable, siempre educado y alguien que amaba a los animales”, según recordó Svetlana Mortyakova, en charla con el diario ‘The Guardian’.
Ella vivía en el mismo edificio del hombre y constató un día el sufrimiento que le causó la muerte de su gato. Alexander no paraba de llorar por la pérdida de su mascota y compañero.
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Su madre dijo, tiempo después, que él comenzó a cambiar cuando se cayó de un columpio y se golpeó fuertemente su cabeza. También, atribuyó su comportamiento asesino al estado de ‘shock’ por la muerte de su abuelo.
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