En Brasil nació un bebé con una “anomalía congénita rara”.
Por: Clarín
Los médicos del Hospital Infantil Albert Sabin, de Fortaleza, quedaron sorprendidos al ver al pequeño que nació en ese centro con una extraña cola de 12 centímetros de largo con una bola de grasa adherida al final que le salía desde su nalga izquierda.
El niño -de quien los médicos han resguardado la identidad- nació prematuro en la semana 35 y en las pruebas previas no se había detectado la presencia de esta cola.
Los detalles del caso
El caso fue registrado en el Journal of Pediatric Surgery Case Reports. Allí los expertos explican cómo surgió la anomalía y cómo extirparon quirúrgicamente al extraño apéndice.
En el texto destacan, también, que el pequeño es uno de los pocos niños que llegó al mundo con una verdadera “cola humana”.
La investigación explica que todos los bebés tienen cola cuando están en el útero, sin embargo, ésta generalmente se reabsorbe en el cuerpo pocas semanas después del comienzo de la gestación. Es extremadamente infrecuente que siga creciendo.
Una vez que gracias a una ecografía comprobaron que el apéndice no afectaba el sistema nervioso del pequeño, los médicos decidieron extirparla en una cirugía rápida.
Al separarla del cuerpo, comprobaron que la cola era tejido sin hueso mientras que la bola estaba formada por grasa tejido conectivo embrionario.
?El estudio no describe si el niño sentía dolor o malestar por la presencia de la cola, ni tampoco detalla cómo fue el procedimiento que emplearon para cortarla.
La historia de la cola?
El artículo de la revista explica que el primer registro de un bebé con cola se remonta al siglo XIX y desde ese entonces hasta hoy solamente hubo 40 casos. En realidad, sostienen los expertos, se trata de una deformación de la que se tienen pocos datos y que todavía “no se comprende completamente”.
?Según el new York Post, este caso es particularmente único ya que se considera que los antepasados simios de los humanos dejaron de tener cola hace unos 25 millones de años. Pero hasta ahora, no está claro si este bebé brasileño es un rezagado evolutivo.
Los autores de la investigación esperan que este caso pueda servir a la comunidad científica para estudiar este tipo de anomalías, que son “anomalías congénitas raras que describen protuberancias ubicadas alrededor de la línea media de la región lumbosacra cubierta por piel, que representan un rastro embrionario”.