El noveno gol en los últimos siete partidos del argentino Giovanni Simeone frenó este domingo el camino del Nápoles, que no pasó del 1-1 en el estadio Diego Maradona ante el Verona y perdió la posibilidad de poner máxima presión sobre el Milan, con el que arrancó la jornada compartiendo el liderato.
Tras el doblete que firmó la semana pasada ante el Juventus, con golazo desde fuera del área incluido, Gio Simeone volvió a ver puerta, esta vez con una jugada de nueve puro, al rematar con la zurda un centro raso del checo Antonin Barak.
El delantero argentino, hijo del técnico del Atlético Madrid Diego Pablo Simeone, celebró con rabia un nuevo gol al Nápoles, al que ya había anotado un triplete cuando vestía la camiseta del Fiorentina.
El Cholito, elegido como mejor jugador del mes de octubre en la Serie A, dio ventaja en el minuto 13 a un Verona que sigue sumando resultados positivos bajo la dirección del croata Igor Tudor.
Esta vez, fue el líder el que sufrió el gran momento del cuadro veronés, que fue capaz de marcar a un equipo que tan solo había encajado tres dianas en once jornadas.
Giovanni Di Lorenzo igualó apenas cinco minutos después, en el 18, y dio esperanzas al Nápoles, que acabó jugando los últimos minutos once contra nueve tras las rojas al ítalo-brasileño Daniel Bessa y al croata Nikola Kalinic.
El técnico Luciano Spalletti dio paso al macedonio Eljf Elmas, Andrea Petana y al mexicano Hirving Lozano en el intento de llevarse los tres puntos, pero sus opciones se acabaron cuando el belga Dries Mertens estrelló una falta directa en un poste en el minuto 90.
El 1-1 final permitió al Nápoles hacerse con el liderato en solitario, con un punto de ventaja sobre el Milan, pero el cuadro milanista cierra la jornada este mismo domingo en el derbi contra el Inter de Milán.
EFE