Dos de los jaguares que viven en el Parque Nacional de Iguazú, la reserva natural que rodea las famosas cataratas del Iguazú en Brasil, invadieron en la madrugada de este martes el vecino Parque de las Aves y provocaron la muerte de 172 de los 176 flamencos que eran mantenidos en este zoológico.
“Hoy es un día muy difícil para la familia del Parque de las Aves. Es con enorme pesar que anunciamos la pérdida de 172 flamencos que vivían con nosotros”, confirmó en un comunicado la administración de la institución que es referencia mundial en la reproducción tanto del flamenco-africano (Phoenicopterus roseus) como del flamenco-chileno (Phoenicopterus chilensis).
Según la nota, el ataque fue perpetrado por una madre y su cría de un año que está aprendiendo a cazar. Se trata de dos jaguares que, pese a vivir libres en la reserva natural en el extremo sur de Brasil y fronteriza con Argentina, son monitoreados y hasta identificados como Indira y Aritana.
Los dos felinos consiguieron llegar hasta el recinto en el que viven los flamencos dentro del Parque de las Aves, pese a las rejas de protección y a las cámaras de vigilancia, y su ataque solo fue descubierto en la mañana de este martes.
“No todos los animales murieron por el encuentro directo con los jaguares. Algunos flamencos murieron por el estrés de la situación, un fenómeno conocido como miopatía de captura. Tan solo 4 flamencos sobrevivieron”, agrega la nota.
La administración del Parque de las Aves declaró un luto de tres días y anunció que únicamente reabrirá sus puertas el próximo viernes.
La institución —única en el mundo dedicada a la conservación de las aves del llamado Bosque Atlántico y que ocupa 16 hectáreas de una zona boscosa— cuenta con unas 1.500 aves de 150 diferentes especies y, con cerca de 830.000 visitantes por año, y es además la segunda mayor atracción de la ciudad de Foz do Iguazú, después de las cataratas.
El parque se convirtió en referencia mundial en la reproducción en cautiverio de flamencos tras el nacimiento de las primeras crías en 2001 a partir de 16 ejemplares que llegaron procedentes de Chile en 1995.
“Esta cicatriz permanecerá para siempre en la historia del Parque, pero confiamos en que recomenzaremos la colonia de flamencos y una nueva historia”, concluye el comunicado.
El ataque de los felinos tuvo amplia repercusión en las redes sociales, con varios comentarios negativos, lo que llevó al Proyecto Onças do Iguaçu (Jaguares del Iguazú) a divulgar un comunicado en defensa de los animales.
“Lo ocurrido fue una fatalidad. Hemos recibido muchos comentarios sobre el comportamiento de los jaguares, algunos con connotación muy negativa, pero los jaguares son animales salvajes, carnívoros, excelentes predadores. Ellos cazan y se alimentan de otros animales. No son crueles. Tan solo son jaguares”, asegura la nota.
La organización agregó que visitar las atracciones de la región es seguro porque los jaguares se alejan de las personas y buscan refugio en el bosque, y aclaró que en el Parque Nacional de Iguazú tan sólo hay registro de 28 de estos felinos viviendo en las 185.000 hectáreas de la reserva.
“En todo el Bosque Atlántico tan solo hay 250 jaguares. Tenemos una población críticamente amenazada que casi fue extinta en la década de 1990 pero que, tras mucho esfuerzo y dedicación de los conservacionistas, viene recuperándose”, agregó.
EFE