En el occidente de Carabobo los pacientes afectados por el Covid-19, deben costear sus tratamientos o acudir a centros asistenciales públicos de otras jurisdicciones, ya que los llamados centros centinelas de esta localidad están desabastecidos, así lo manifestaron fuentes extraoficiales ligadas al sector salud, quienes pidieron no revelar sus identidades.
Por Corresponsalía La Patilla
En Bejuma, Miranda y Montalbán fueron habilitados los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) para tratar los pacientes Covid-19. No obstante, se conoció que en estos lugares rara vez hay oxígeno y los medicamentos para tratar la enfermedad.
“En Bejuma hace poco inauguraron el CDI, solo llevaron 20 bombonas de oxígeno, eso no es nada un paciente que se complica puede llevarse alrededor de 40 bombonas en su tratamiento”, explicó una de las fuentes quien señaló que desde entonces no han vuelto a dotar este centro asistencial.
Los entrevistados señalaron que una gran parte de los pacientes tratan la enfermedad en sus casas y costean sus medicamentos, mientras que otros buscan ir al estado Yaracuy en donde dicen que los centros de salud públicos están mejor dotados.
Los pacientes COVID-19 en el occidente de Carabobo de bajos recursos o que devengan un sueldo mínimo son a los que más difícil se les hace costear el tratamiento y ante la falta de respuesta por parte del sistema de salud público, no les queda más que apelar a la buena voluntad de los pobladores.
Fundaciones de la zona que fueron consultadas relataron que lo que la mayoría de las personas buscan es oxígeno y los medicamentos para tratar el COVID-19, “si los centros de salud pública estuvieran dotados, entonces esto no pasaría”, indicaron.
Oxímetro, manómetro, remdesivir y levofloxacina forman parte de lo que más solicitan las personas ante organizaciones de ayuda social, “deben recurrir a potazos y rifas para poder cubrir los gastos”, dijo el presidente de una de las fundaciones consultadas.
Los esposos Rodríguez-Pinto se enfermaron al mismo tiempo de COVID-19. Relataron a La Patilla que gastaron, al menos, unos 600 dólares en medicamentos, exámenes y alimentación, pues tampoco pueden comer cualquier cosa mientras están enfermos.
“No requerimos oxígeno, tuvimos Covid-19 fase 1, y quien nos atendió en casa tampoco nos cobró. Nos hizo el favor gratis, si no los gastos hubiesen sido mayores”, contaron.
Por su parte Julio Rosales, activista político y quien hace poco superó el COVID-19, señaló que en su caso requirió oxígeno porque estuvo complicado, pero se trató en su casa, como lo hacen muchas personas, para minimizar gastos de hospitalización en centros de salud privados, pero igual pagan personal de salud que atiende a domicilio.
“Si una persona se complica, necesita oxígeno y todo el tratamiento, incluyendo estudio, necesita entre 3 mil a 4 mil dólares”, aseguró.
La última semana del mes de octubre hubo un repunte del COVID-19 en la zona, “había mucha demanda de oxígeno en ese entonces, actualmente ha mermado los requerimientos y tenemos disponibilidad, pero es relativo, en cualquier momento vuelve a subir la demanda, la enfermedad se porta así, con subidas y bajadas”, declaró la encargada de un expendio de oxígeno quien dijo que la recarga la bombona tiene un precio de 30 dólares y un paciente puede requerir al menos 40.