En el sector de Urrego, parte alta, en la calle Bellavista de El Valle, en una modesta vivienda vive Fidel Ontiveros. Un joven “todero”, quien asegura que todo lo que se propone lo consigue. Incluyendo gasolina.
Pero cuando habla de conseguirla no se refiere a ir a la estación de servicio y comprarla, sino que con su ingenio, horas de lectura y otras más de ensayo y error, logró hacer el tan anhelado líquido. Nada fácil es el proceso. Sin embargo, de la forma más artesanal posible y con los recursos a los que puede acceder, Fidel hace lo propio para sacar la gasolina del plástico.
Con mucho orgullo, el hombre explica que de diez kilos de plástico puede sacar poco más de litro y medio de gasolina “de alta pureza”. Bolsas, sillas viejas, tapas de plástico, juguetes, entre otros, es de donde saca la materia prima Fidel para comenzar el proceso.
Todo comenzó con la crisis de gasolina que se registró en el 2019. Desesperado por la falta de gasolina, comenzó a investigar sobre las fuentes de gasolina y cómo hacerla de manera artesanal.