Las autoridades brasileñas desarticularon este jueves una organización de narcotraficantes que contaba con navío interoceánico propio para enviar cargas de cocaína a Europa y a la que se le incautaron 2,7 toneladas del alcaloide que intentó introducir a España en 2020, informaron fuentes oficiales.
La banda fue desmontada gracias a una operación conjunta que movilizó a cerca de 160 agentes de la Policía Federal y de la Aduana Federal de Brasil, así como a agentes de la Europol, que cumplieron 36 órdenes de registro e incautación de posibles pruebas, así como siete mandatos de intervención de actividades económicas, entre ellas una red de gasolineras en el estado de Bahía.
El juzgado sexto federal de Sao Paulo, responsable por la instrucción del proceso, también ordenó la detención de diez acusados de integrar la organización criminal.
El mismo juzgado ordenó el embargo de 26 bienes inmuebles, diferentes vehículos lujosos y depósitos en cuentas bancarias de 53 titulares, entre personas y empresas, ubicados en los estados de Sao Paulo, Bahía, Mato Grosso, Santa Catarina, Paraná y Río Grande do Sul, que sirvieron para lavar los recursos obtenidos por la organización con la venta de drogas.
Entre los depósitos embargados destacan los de algunas cuentas abiertas en Portugal y Bélgica.
Los responsables de la operación también embargaron un navío interoceánico de propiedad de los investigados, que estaba anclado en el puerto de Santos y que era utilizado en el transporte de la droga entre Brasil y Europa.
Según un comunicado de la Policía Federal, los bienes de los miembros de la banda criminal decomisados o embargados tienen un valor sumado de cerca de 50 millones de reales (unos 9 millones de dólares).
La banda investigada fue responsable del envío de una carga de 2,7 toneladas de cocaína, embarcadas en el puerto brasileño de Sao Sebastiao en octubre de 2020 y que tenían como destino la ciudad española de Cádiz.
Parte de la carga (1,5 toneladas) alcanzó a ser decomisada por la Policía Federal brasileña antes de ser embarcada y el resto (1,2 toneladas) fue incautado en Cádiz luego de que las autoridades de Brasil avisaran a la Europol.
Los responsables de la investigación esperan hallar nuevas pruebas contra la banda tras analizar las cuentas bancarias de 66 diferentes titulares, entre los cuales 39 empresas, cuyo sigilo fue levantado por la Justicia ante la sospecha de que fueron usadas para el lavado de dinero. EFE