Una elevada actividad reciente en las redes sociales sobre la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 parece dirigido a incrementar la desconfianza al medicamento entre los cristianos, especialmente los evangélicos. Así lo reseñó Voz de América.
Un video que se ha compartido incluye extractos de una entrevista que Melissa Strickler, una exgerente de control de calidad de Pfizer, ofreció a LifeSiteNews, un sitio de internet “provida” que anteriormente ha propagado desinformación sobre el coronavirus.
En una ocasión anterior, Strickler proclamó falsamente que la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el COVID-19 pudiera contener células de fetos.
En la entrevista, Strickler afirmó que la vacuna “resplandece” y que los únicos componentes que pueden generar ese efecto “son SM-102, llamado luciferasa, y el óxido de grafito”.
Cuando se le pidió que describiera lo que ella llamaba resplandor, Strickler respondió que “es como si alguien hubiera partido una barra luminosa azul y la vertió en el envase”, y añadió que “solo resplandece si hay luz y si alrededor hay oscuridad”.
Emerald Robinson, la corresponsal en la Casa Blanca de Newsmax, fue una de los que reenviaron la toma por Twitter, preguntando retóricamente a sus seguidores: “Queridos cristianos: ¿por qué se inyectarían algo con LUCIFERASA en su cuerpo?”
La implicación es que habría una conexión entre la luciferasa y Lucifer, el Diablo.
No es cierto que la vacuna de Pfizer contiene ingredientes que resplandecen en la oscuridad.
Relacionar la vacuna a la enzima luciferasa son un intento de promover temores relacionados con las creencias del fin del mundo de algunas denominaciones cristianas.
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