A sus 29 años, Sam Bankman-Fried es el joven menor de 30 años más rico del mundo, tras haber amasado unos 26.500 millones de dólares. Pese a ello, el empresario reconoce cuál fue el error más importante que cometió.
“El mayor error que cometí es no haberme involucrado antes” en el negocio, comentó el cofundador y director general de FTX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más conocidas, publicó Yahoo Finance.
En ese sentido, Bankman-Fried aseguró que hay varios aspectos del negocio que desearía haberlos aprendido tiempo atrás, como cuestiones generales que dominan el espacio criptográfico hasta algunos de los temas más básicos de la operación de un intercambio.
Por eso, señaló que “hay muchas oportunidades” que no le llegaron “hasta el año pasado”. “Creo que una de ellas es pensar cómo sería la experiencia financiera del consumidor, cómo podría ser una experiencia integral”, agregó.
Además, recordó que en 2013 perdió la oportunidad de involucrarse más en el negocio cuando su amigo Gary Wang desarrolló un bot de arbitraje de bitcóin. “Cinco años más tarde, nos involucrábamos juntos en criptografía y terminaríamos fundando FTX. Así que imaginen lo que hubiese pasado si perseguíamos esa madriguera mucho antes”, reflexionó.
Otro tema al que en su momento no le dio la trascendencia que merecía fue la comprensión de los “regímenes regulatorios” y de las “oportunidades para ofrecer nuevos productos innovadores”. Por eso, Bankman-Fried reconoció que podrían “haber comenzado en algunos proyectos antes” de lo que lo hicieron.
Por último, cuestionó las “ineficiencias” del proceso de registro de usuario en FXT, que lleva a potenciales nuevos usuarios a abandonarlo antes de finalizar.