Luis Barragán: Caprilismo universitario

Luis Barragán: Caprilismo universitario

Luis Barragán @LuisBarraganJ

Por supuesto, la universidad estuvo muy a tiempo de evitar la debacle. Agudizados cada vez más los ataques, en los últimos años, el status quo universitario optó por evadir el problema, apelar a su presunta autoridad moral y apostar por unas habilidades políticas que jamás amedrentaron al régimen agresor, causándole gracia.

Se le advirtió con suficiente antelación que tomaran las previsiones necesarias, como la de celebrar las elecciones masivas y simultáneas en todas y cada una de las casas de estudios, apoyando las novísimas leyes que pudieran facilitarlas, o encabezar una campaña internacional de denuncias, renovando y afianzando a los gremios. No hizo caso alguno, por esa rara y parca mezcla de prepotencia y miedo que multiplicó a los colaboracionistas.

A modo de ilustración, fallecido el rector Planchart, convinieron en respaldar como sucesor a un vicerrector denunciado por intruso en la Universidad Simón Bolívar y la respuesta oficial fue la de destituirlo junto a la otra vicerrectora, quienes ni siquiera chistaron ante el evidente abuso de poder al nombrar un nuevo triunvirato, preservando a un secretario de extendido permiso laboral. Ahora, con el empuje de dos ex – rectores, están planteándose negociar, como si al régimen le fuera necesario hacerlo cuando ha tomado a ésta y a todas las universidades del país, haciendo sencillamente lo que le da la real gana.





Lo peor es que, en Sartenejas, como en la Universidad Central de Venezuela, por ejemplo, cual fórmula heroica de lucha, buscando ganar tiempo para un final que es inevitable, juran estar a la vanguardia promoviendo una consulta para toda la comunidad universitaria que es portadora de todo un detalle: violenta la propia Constitución de la República. Vale decir, eso sí, con mucha sobriedad y temple, cuales infalibles estrategas de salvación para la universidad, capitulan ante el régimen llevándose por el medio el artículo 109 constitucional y la Ley de Universidades que, se presume de nuevo, la academia ha de defender.

Huelga comentar que le importa un bledo al régimen los resultados de esa consulta, porque tiene en su apretado puño a las universidades venezolanas que, ahora, le entregan con facilidad, como ha hecho Henrique Capriles y todos los Capriles de vocación, ocasión y temperamento en el contexto más amplio del conflicto. Obviamente que hay dolo en el status quo universitario, porque desea replicar la farsa electoral del 21 de noviembre en todas las universidades, para seguir en la jugada académica aunque ésta no tenga futuro bajo la égida socialista.