Dos facultades de la Universidad de Los Andes finalmente se quedaron sin agua luego de una falla eléctrica en la única bomba que estaba activa. Estos espacios representan el 75% del núcleo La Liria en Mérida, compuesto por 3 facultades.
Por Corresponsalía
El profesor y coordinador administrativo de la Facultad de Humanidades y Educación, Habib Tajan, expresó que luego de cuatro años de continuas advertencias a las autoridades universitarias y a la comunidad en general, las tres bombas con que cuenta la sala de máquinas quedaron inoperativas ante la falta de mantenimiento.
Como resultado de los robos, los cortes y bajones eléctricos, y la falta de inversión en la Universidad, la Facultad de Humanidades y Educación y la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales se quedaron sin agua ayer martes 30 de noviembre, durante el regreso a clases semipresenciales y en medio de una pandemia.
“Han venido presentándose inconvenientes todos los años, y cada año se le daña un componente electrónico, el cual no ha sido repuesto. A medida que se dañaba una pieza, la sala de máquinas iba presentando más fallas, a tal punto que de las tres bombas solo trabajaba una sola. Y ahora, ninguna”, denunció Tajan.
Esta vez fue un cortocircuito en el tablero principal lo que generó el paro del sistema de distribución de la última bomba en funciones. A principios de noviembre, La Patilla ya había denunciado el grave estado de bombeo de agua en estas dependencias universitarias, dos de las más activas en sus labores académicas y administrativas en la ULA desde el inicio de la cuarentena por Covid-19.
Respecto a las deficiencias presupuestarias, el profesor Tajan hizo un llamado a las autoridades gubernamentales, a la universidad y a la sociedad civil para que tomen en consideración el caso urgente como urgente, pues sin este recurso natural el personal no puede trabajar y las medidas sanitarias no se aseguran.