El joven tirador intentó pasar por un policía ingresar al aula donde estaban refugiados los estudiantes. No le creyeron y eso salvó sus vidas
Estudiantes que se refugiaban en su aula durante el tiroteo del martes en Michigan quedaron al borde de ser vulnerados por el atacante que buscaba abrir la puerta de la sala haciéndose pasar por un policía. Pero los alumnos no cayeron en la trampa y escaparon del lugar.
Por Infobae
Así lo muestra un video subido a las redes tras el ataque, que dejó tres muertos y ocho heridos.
“Oficina del sheriff. Es seguro salir”, se escucha decir a una voz masculina desde afuera de aula. En el video se oyen algunos suspiros de alivio, pero las alertas siguen elevadas. “No sabemos quién es”, susurra una chica.
“No vamos a arriesgarnos”, responde un estudiante, sin poder ver a la persona que estaba a solo unos metros de ellos. “Ok, bueno, solo abre la puerta y mírame a los ojos, hermano”, ofreció el desconocido.
Eso descubrió su trampa.
“Dijo ‘hermano’”, repitieron al interior. “Bro”, un término muy juvenil, no sonaría apropiado en un supuesto policía. “¡Bandera roja!”, comentó otro alumno.
Convencidos de que del otro lado de la puerta estaba el asesino, los alumnos buscaron una escapatoria y corrieron hacia las ventanas, alejándose del tirador. Por allí lograron huir por el jardín nevado hacia otro edificio en el que estaban agentes reales.
El tirador, que no ha sido identificado por las autoridades, había estado en clases este martes y parecía haber consumado el ataque él solo. “No nos está hablando en este momento”, aclaró un alguacil a periodistas.
El subjefe de policía, Mike McCabe, dijo previamente que las autoridades estaban al tanto de las afirmaciones que circulaban en las redes sociales de que había habido amenazas de un tiroteo en la escuela de aproximadamente 1.700 estudiantes antes del ataque del martes, pero advirtió que no se debe creer en esa narrativa hasta que los investigadores puedan indagarla.
McCabe dijo que el ataque ocurrió poco antes de la 1 de la tarde. Señaló que los agentes recuperaron una pistola semiautomática y varios cargadores que el sospechoso usó en el ataque. “Disparó varias veces”, dijo McCabe. “Entre 15 y 20 disparos”.
Los tres estudiantes que murieron eran un muchacho de 16 años y dos chicas, de 14 y 17 años, precisó McCabe.
El jefe de policía del condado de Oakland, Michael Bouchard, dijo el martes que los investigadores aún intentaban determinar el motivo del agresor para el ataque en la secundaria en el distrito de Oxford, una comunidad de unos 22.000 habitantes a unos 48 kilómetros (30 millas) al norte de Detroit. El sospechoso fue arrestado sin mayores incidentes luego de que la policía llegó a la escuela. “La persona que sabe más al respecto se niega a hablar”, dijo Bouchard en una conferencia de prensa, en alusión al sospechoso.
Bouchard comentó que el padre del detenido había comprado el viernes la pistola Sig Sauer calibre 9 milímetros que se utilizó en el ataque. Añadió que no sabía por qué el hombre había adquirido el arma. Bouchard señaló que el sospechoso había practicado tiro al blanco con esa pistola y que había publicado imágenes del arma.
Varios de los estudiantes lesionados en el tiroteo continúan en condición crítica, incluido un joven de 14 años que está conectado a un respirador artificial, declaró Bouchard.
El tiroteo de Oxford es el más mortífero en lo que va de del año en una escuela, según Everytown For Gun Safety, un grupo que recopila estadísticas de incidentes armados y presiona para el control de armas.
Antes de lo ocurrido el martes, hubo 138 tiroteos en escuelas de Estados Unidos en 2021, según cifras de Everytown. En esos incidentes, 26 desencadenaron muertes, aunque no más de dos cada vez.
Los tiroteos escolares más mortíferos en la historia de Estados Unidos fueron el ataque de abril de 2007 en Virginia Tech, en Blacksburg, Virginia, en el que murieron 33 personas, incluido el atacante, seguido del ataque de diciembre de 2012 a la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, que dejó 28 muertos, entre ellos 20 niños y el agresor.
En febrero de 2018, un exalumno con un rifle de asalto AR-15 abrió fuego en su antigua escuela secundaria en Parkland, Florida, matando a 17 personas, en el tiroteo más mortal en una escuela secundaria en la historia del país.