Es una fría mañana de enero de 1969 y tres de los cuatro Beatles están reunidos en un vasto estudio cinematográfico de Londres, con cámaras rodando y micrófonos por todas partes. “Lennon llega tarde otra vez”, dice Paul McCartney con toda naturalidad, mientras conecta su bajo.
Con Ringo Starr y George Harrison adormilados y sentados frente él y una bandeja de tostadas y mermelada a su lado, McCartney empieza a rasguear y cantar, en busca de inspiración. En pocos minutos, un ritmo de medio tiempo toma forma y surge una melodía vocal familiar. Get back, canta en un débil alarido. Get back to where you once belonged: vuelve a donde alguna vez perteneciste. Casi como por arte de magia, un clásico de los Beatles comienza a materializarse de la nada.
Más tarde, ese mismo día, tras la llegada de John Lennon, las cuatro deidades del rock se reúnen en un círculo y discuten. Tienen planes sueltos para un concierto especial de televisión con canciones nuevas, pero la mayoría de ellos parecen intimidados por el evento, y puede que también se intimiden unos a otros. Lennon, que parece estar distraído durante gran parte de la reunión, declara vagamente que su único objetivo es la “comunicación” con el público, mientras que un impaciente McCartney reta a sus compañeros de banda a mostrar algo de entusiasmo por el proyecto o a abandonarlo.
Esas escenas, una tras otra, en la serie documental de Peter Jackson The Beatles: Get Back, un proyecto de más de siete horas de duración que se emitirá en tres partes en Disney Plus del 25 al 27 de noviembre, encapsulan las dos caras del periodo más controvertido de la historia de los Beatles: la gloria de la creación artística de la banda de rock más querida e influyente del mundo, y los agotadores conflictos que condujeron a su ruptura, anunciada un año después.
Para los fans de los Beatles, o para cualquier estudioso de la cultura pop del siglo XX, son asombrosos atisbos de la vida laboral de la banda y de las tensiones que la rodeaban.
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