La mayoría de las personas están acostumbradas a ducharse con agua caliente o tibia, sobre todo si viven en lugares de climas muy fríos. Y es que si tienen la posibilidad de hacer su tiempo de baño más cómodo ¿por qué complicarlo
Por El Tiempo
Algunos estudios afirman que ducharse con agua muy caliente podría llegar a ser peligroso para la salud en varios aspectos. La mayoría de expertos, recomiendan bañarse con agua tibia -más fría que caliente- para mantener una calidad de vida óptima.
De acuerdo a un escrito realizado por Leonardo Biolatto, médico especialista en Auditoría Médica y en Medicina Familiar y Ambulatoria, bañarse con agua muy caliente -que supera los 30°C- todos los días puede tener los siguientes efectos en el organismo:
1) Generación de caspa: el agua caliente sobre la cabeza favorece la colonización por el hongo de la caspa humana.
2) Caída de cabello: las duchas muy calientes aumentan la tasa de caída de pelo en varones y en mujeres, debido al daño sobre el folículo piloso.
4) Cambio de coloración: tanto la piel como el cabello pueden tener un ligero cambio de color por su contacto constante con el agua muy caliente.
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