Quedarte dormido rápido es algo que se puede aprender, hay trucos que puedan ayudarte y que evitan que estés dando vueltas y vueltas en la cama o que te cueste mucho trabajo apagarte y descansar.
Por GQ México
La ciencia dice que las personas adultas necesitan entre siete y ocho horas de sueño cada noche, esto es importante para mantener una buena salud, para ayudar al cerebro a recuperarse y, con el tiempo, para evitar problemas relacionados con el deterioro cognitivo (como la pérdida de la memoria), y también es esencial para estar de buen humor y ser más productivos en el día a día.
El problema es que no siempre puedes ir a dormir temprano, los pendientes, responsabilidades, o el último capítulo de la serie del momento, hacen que el horario de sueño se tenga que recorrer un poco, es por esto que hay que tener suficientes herramientas para que, una vez que pongas la cabeza en la almohada, puedas quedarte dormido rápido y no te pases horas viendo el techo o contando los minutos que te quedan.
A la mayoría de las personas les toma entre cinco y 20 minutos para poder quedarse dormidas, según explica Cleveland Clinic, pero hay algunos factores, como el estrés y la ansiedad, que pueden alargar ese proceso. Afortunadamente, hay unos cuantos métodos, que tienen el respaldo de la ciencia, que pueden ayudar.
Conoce tu cronotipo
Cronotipo se refiere a la preferencia natural de tu cuerpo para dormir y despertar a cierta hora y, aunque es algo genético, también se puede modificar. Lo bueno de conocer tu cronotipo es que te permite crear un mejor horario de sueño que se base en la intuición y ritmo natural de tu cuerpo.
Esto consiste en tener un horario fijo para dormir y para despertar, lo que, de acuerdo con Livestrong permite que duermas más rápido y de forma fácil y que, cuando es hora de levantarse, esto “apaga el grifo de melatonina en su cabeza, lo que detiene el proceso de sueño y reduce la confusión mental”. Además, esto también garantiza una mejor calidad de sueño.
La hora Power-Down
Esta hora se debe colocar justo antes de la hora de dormir y su objetivo es ayudar a irse apagando y a preparar el cuerpo a que se vaya dando cuenta de que es hora de dormir y de descansar. Esto se divide así:
En los primeros 20 minutos, realiza tareas ligeras como lavar platos o alimentar a tu mascota.
En los segundos 20 minutos, haz algo que te ayude a relajarte, como meditar, pintar o escribir un diario.
En los últimos 20 minutos, enfócate en la higiene personal, lávate los dientes, toma un baño tibio o lávate la cara.
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