El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, y sus homólogos regionales estudian hoy eximir de la obligación de testearse a las personas vacunadas con la dosis de refuerzo, mientras en Alemania sigue bajando la incidencia, aunque continua a un nivel elevado.
Varios estados federados aplican ya esta relajación para personas con las tres dosis donde rige la llamada regla de las 2G plus -por geimpft o genesen (vacunado o sanado y con test adicional)-, es decir, donde el acceso a determinados lugares o eventos está reservado a inmunizados que deben presentar además un test negativo.
Algunos “Länder” eximen de test incluso a aquellas personas que recibieron la segunda dosis hace menos de medio año y a sanados cuyo contagio se produjo en los últimos seis meses.
En tanto, la presidenta de la Federación alemana de Médicos de la Sanidad Pública (BVÖGD), Ute Teichert, consideró precipitado en declaraciones al grupo de medios Funke relajar medidas para personas vacunadas con la dosis de refuerzo.
Según Teichert, “sería más inteligente esperar a cómo evoluciona la pandemia en las próximas semanas”, sobre todo ante el avance de la variante ómicron, al no saberse todavía cuán efectivas son las terceras dosis contra esta mutación.
“Mientras no tengamos datos suficientes para poder decirlo con seguridad, no deberíamos precipitarnos”, dijo, antes de agregar que “sería un error en estos momentos renunciar a instrumentos probados como los test rápidos”.
El presidente de la Fundación Alemana para la Protección del Paciente, Eugen Brysch, advirtió en contra de relajar medidas antes de Navidad y recordó que “exactamente ese error ya se cometió el año pasado” y “no debe repetirse ahora”.
“Se acerca una ola a Alemania con la variante ómicron” y “por eso, los ministros de sanidad no deben acordar una relajación de medidas”, agregó.
Hasta el domingo, el 72,6 % de la población (60,4 millones de personas) había sido vacunado en Alemania, el 69,6 % (57,9 millones) con la pauta completa, mientras el 23,8 % (19,8 millones) ha recibido ya una dosis de refuerzo.
Actualmente 22,8 millones de personas -el 27,4 % de la población- todavía no están vacunadas; 4 millones son menores de cuatro años -el 4,8 %-, para los cuales aún no hay una vacuna.
La incidencia se sitúa en 375 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en siete días, frente a 389,2 ayer, 432,2 hace una semana y 312,4 hace un mes, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología actualizados la pasada madrugada.
Las autoridades sanitarias notificaron 30.823 nuevas infecciones en 24 horas y 473 muertos con o por covid-19 frente a 36.059 y 399 hace una semana, mientras la cifra de casos activos asciende a 958.900.
La tasa acumulada de ingresos en siete días se situaba el jueves en 5,17 por cada 100.000 habitantes y la ocupación en las ucis de pacientes con covid-19 era del 22,3 % de las camas disponibles en las unidades de críticos para la población adulta. EFE