La mirada de los gatos es el reflejo de sus emociones: la clara reacción de lo que nos quieren decir

La mirada de los gatos es quizás para los seres humanos el claro reflejo de lo que nos quieren decir. Los felinos no solo tienen ojos hermosos sino también una particular expresión en su mirada que transmite el significado claro de sus sentimientos.

Por Infobae

Sí, los ojos son el espejo del alma. Pero en caso de los gatos el dicho va mucho más allá. Los gatos tienen una visión del mundo muy especial y un lenguaje expresado a través del cuerpo, de la vocalización y sobre todo de sus ojos.

Si bien utilizan muchas partes de su cuerpo para comunicarse entre ellos y con los seres humanos como la cola o las patas, los ojos son una parte fundamental de su comunicación global.

Podríamos decir que los gatos hablan con los ojos. A través de la mirada nos dicen si tiene miedo, ira o calma.

Mirar fijo a un gato puede resultar una pauta de intimidación o desafío. Ellos lo hacen cuando en estado de alerta fijan la mirada sin parpadear tratando de disuadir a la posible amenaza. Por esta razón, no es bueno mirarlos fijamente porque se sienten retados.

Como una peculiaridad adicional los felinos no tienen pestañas en ninguno de los párpados ya que la presencia de un tercer párpado que viene desde el lado interior del ojo les alcanza para la protección y lubricación del globo ocular (REUTERS)

Los gatos, además, son capaces de guiñar los ojos o más aún de hacer un entrecerrado pícaro y cómplice de ambos ojos cuando quieren expresar que no hay conflicto y que todo está bien. Algunos definen a este gesto como el ¨okey¨ o el beso de los gatos, porque cuando lo hacen, es símbolo de afecto, cariño y conformidad.

Como una peculiaridad adicional los felinos no tienen pestañas en ninguno de los párpados ya que la presencia de un tercer párpado que viene desde el lado interior del ojo les alcanza para la protección y lubricación del globo ocular.

Los gatos pueden ver en colores, pero en la escala del verde y el azul, no pudiendo diferenciar claramente los rojos y los naranjas. Por la presencia de conos y bastones, en distinta proporción, son capaces de discriminar estos colores, aunque no los perciben con la nitidez con la que lo hacemos los humanos.

La mirada de los gatos, los ojos más expresivos de un compañero de ruta que entre maullidos y guiños se ha transformado en un cómplice de nuestros sueños.