Hace unas semanas, el palacio de Buckingham buscaba una persona que pudiera responder las cartas que los fanáticos de la realeza le envían a la reina Isabel. La búsqueda finalizó pero eso no significa que las puertas estén cerradas para algún otro puesto: se calcula que la monarca tiene aproximadamente a unas 1200 personas a su servicio listas para ocuparse de cualquier tipo de actividades, desde las más básicas hasta las más extravagantes e incluso absurdas. Entre estas últimas, se destacan algunas que sorprenden por su nivel de detalle y su condición al borde de la ridiculez.
Por La Nación
Cortador de carne. El Grand Carver se ocupa de cortar la carne de la monarca directamente del plato debido a que, según el protocolo, la reina tiene prohibido cortar su propia comida.
Ablandador de zapatos. Quizás ahora no tanto debido a su avanzada edad, pero la reina pasa mucho tiempo parada en sus compromisos públicos, por lo tanto, sus zapatos deben ser cómodos. Por eso, antes de estrenar un par nuevo, primero pasa por los pies de una persona de talle idéntico a Isabel, que debe caminar por los pasillos del palacio para amoldar y ablandar la horma.
Guardián de estampillas. El padre de Isabel II, Jorge VI, era un gran coleccionista de estampillas. Cuando él murió no solo le dejó el trono, sino también su gran colección de sellos postales. En la década del 80, la reina creó este puesto tanto para mantener las piezas en buenas condiciones como para buscar nuevos ejemplares.
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