“La migración es un fenómeno mundial impulsado por muchas fuerzas. Estas comienzan con aspiraciones de dignidad, seguridad y paz. La decisión de salir de casa es siempre extrema y, con demasiada frecuencia, el comienzo de un viaje peligroso, a veces con un final fatal”, escribió en un informe en 2019 la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
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El 4 de diciembre de este año, la Asamblea General de la ONU, teniendo en cuenta el gran número de migrantes en el mundo para entonces, proclamó el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante. En esa misma fecha, pero del año 1990, la Asamblea aprobó la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familiares.
La Unesco aseguró que la Agenda 2030 promete “no dejar a nadie atrás”, refiriéndose al hecho de incluir a todos los migrantes en el mundo, proteger sus derechos y su dignidad para responder correctamente a sus necesidades.
En 2019, la ONU explicó que el número de personas que vive en un país distinto del que nacieron es de 272.000.000, 51.000.000 más que en 2010. Además, estimó que existen al menos 38.000.000 de niños migrantes.
Migración venezolana
La migración venezolana se ha convertido en una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo en tiempos recientes, según las cifras publicadas por la ACNUR.
Ha habido un aumento del 8 mil por ciento en el número de venezolanos y venezolanas que solicitaron la condición de refugiado en todo el mundo desde 2014, principalmente en las Américas.
Al menos 5,9 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela en todo el mundo. Más de 850.000 solicitantes de asilo, más de 170.00 refugiados reconocidos procedentes de Venezuela.
En el pasado, Venezuela generosamente recibía a miles de personas refugiadas de la región y otras partes del mundo. Ahora, la cantidad de personas de venezolanos obligadas a abandonar sus hogares continúa aumentando tras la crisis del régimen de Maduro.