Una violenta tormenta de invierno azotaba el condado de Dutchess, Nueva York, y los residentes se estaban preparando para las consecuencias.
Por Mirror
El manto de nieve se veía hermoso, pero las fuertes ventiscas cubrían áreas en derivas de un metro de profundidad y los servicios de emergencia se estaban preparando para un probable aumento en las llamadas al 911.
Como madre soltera, Terrie DeGelormo sabía que dependía de ella hacer todos los trabajos prácticos en su casa en Wappinger, que incluían lidiar con la nieve estacional.
Con su pala lista, nunca tuvo miedo de un desafío.
Era 2018 y Terrie era madre de un hijo de un año, Ryan. Los amigos describieron a Terrie como una “bola de luz”. Era inteligente, divertida y siempre hacía reír a la gente, pero no siempre lo había tenido fácil.
Terrie, de 34 años, había estado casada con Timothy Alexander, entonces de 32. Era sargento en la división de correcciones de la Oficina del Sheriff del Condado de Dutchess y presidente de la Asociación de Empleados del Sheriff del Condado de Dutchess.
Terrie había conocido a Alexander cuando eran adolescentes y se volvieron inseparables.
Alexander se había mudado con su familia e incluso había tomado el apellido de Terrie cuando se casaron en 2008.
Terrie anhelaba ser madre y estaba encantada cuando tuvo una hija en 2010. Se llamaba Alexei, pero la niña había nacido con un trastorno genético y murió de insuficiencia hepática pocas semanas antes de su tercer cumpleaños.
Fue una gran tragedia para la pareja.
Luego, Terrie tuvo múltiples rondas de FIV antes de quedar embarazada nuevamente. Estaba encantada, pero su matrimonio estaba bajo tensión.
Terrie y Alexander estaban peleando y la familia de Terrie sospechaba que él le estaba siendo infiel mientras ella estaba embarazada. Alexander se fue antes de que naciera su hijo en marzo de 2017.
La pareja se divorció y Terrie se centró en ser madre. Alexander dejó a DeGelormo como apellido y se convirtió en Timothy Alexander. Se volvió a casar y tuvo dos hijos, gemelos.
Para 2018, Terrie estaba de nuevo en pie. Había conseguido un trabajo en el colegio comunitario local en el equipo de nómina y su madre, Emma Smith, se quedaba en su casa para ayudar con el cuidado de los niños. Alejandro veía a su hijo los fines de semana.
Terrie y su ex tenían sus propias vidas, pero junto con el pronóstico de nieve que azotaba el área, se avecinaba otra tormenta que nadie había predicho.
En la noche del 15 de noviembre de 2018, los vecinos escucharon gritos provenientes del camino de entrada a la casa de Terrie. Llamaron al 911 y reportaron un apuñalamiento.
El hijo de Terrie estaba dormido en su catre y su madre también estaba dormida, pero la despertaron y la sacaron corriendo para encontrar a su hija sangrando en el camino de entrada.
La habían atacado brutalmente mientras quitaba la nieve de la ventisca. La policía y los paramédicos llegaron y descubrieron que Terrie había sido apuñalada 43 veces y cortada otras 13 veces.
Tenía las costillas rotas y claramente había caído con fuerza al suelo.
Los socorristas intentaron desesperadamente salvar a Terrie. Le realizaron primeros auxilios y resucitación cardiopulmonar en las condiciones de congelación, pero resultó herida de muerte y fue declarada muerta en el lugar.
Un vecino había visto un vehículo de color claro estacionado en la calle detrás de la casa de Terrie. Se había marchado poco después de las 10.30 pm y se había alejado rápidamente después de que se escucharon los gritos.
Estaba claro que el atacante había golpeado y luego había huido de la escena. La policía descubrió que Alexander conducía un jeep plateado y las imágenes de vigilancia de su vecino lo capturaron en su camino de entrada a las 10.54 p.m.
Había huellas en la nieve, pero aunque parecían huellas de botas resistentes, la huella de la huella estaba disfrazada. El atacante de Terrie había cubierto la suela del zapato para evitar ser identificado.
Los investigadores encontraron un cuchillo de tres pulgadas en el lago Oniad, a solo una milla de la casa de Terrie. El cuchillo estaba marcado con un emblema de la Oficina del Sheriff del condado de Dutchess. También había un par de botas, generalmente entregadas a las fuerzas del orden.
El modelo de las botas coincidía con el que se dio durante el tiempo en que Alexander trabajaba en la cárcel del condado de Dutchess. Dentro de las botas había tela que se había usado para cubrir las huellas de las botas.
La tela hacía juego con una camisa de la marca Champion que fue encontrada por la policía en el baño de Alexander. Junto con las botas había un par de guantes. Los forenses detectaron el ADN de Terrie en ellos. Su ADN también estaba en su volante.
Cuando la policía estatal detuvo a Alexander para ir a la estación, una conversación grabada mostró que cuando le dijeron que Terrie estaba muerta, no preguntó qué había sucedido.
Preguntó cuándo y dónde sucedió, lo que el policía sintió fue una reacción inusual. Alexander fue arrestado y acusado de asesinato en segundo grado.
Los investigadores determinaron que Alexander se había estacionado cerca de la casa de Terrie y la había acechado hasta que ella se movió por el camino de entrada, quitando nieve. Entonces él atacó.
Alexander negó ser un asesino desde el principio. Dijo que era probable que se encontrara el ADN de Terrie en su automóvil, ya que ambos eran padres de su hijo.
En febrero de 2019, se declaró inocente y unos meses después terminó su empleo como sargento de correccionales. La pandemia retrasó el juicio, lo que fue particularmente angustioso para la afligida familia de Terrie.
Finalmente, en el juicio en abril de 2021, la fiscalía le dijo al jurado que Terrie había sido “masacrada” y que su asesino tenía una “horrenda cantidad de rabia e ira” hacia ella. Insistieron en que esa persona era Alejandro.
La corte escuchó que Terrie se interponía en el camino de su nueva vida y él quería que ella se fuera. Sin embargo, la defensa dijo que Alexander no tenía ninguna razón para matar a Terrie.
Dijeron que estaba buscando comprar una casa en el mismo distrito escolar que el hijo que tuvo con Terrie, para que todos sus hijos pudieran asistir a la misma escuela algún día. Pero, ¿dónde encajaba Terrie en estos planes?
La fiscalía dijo que el motivo podría haber sido financiero. Después del acuerdo de divorcio, Alexander debía pagarle a Terrie $ 1,500 al mes antes del nacimiento de su hijo. Una vez que nació, eso se convirtió en $ 1,000 al mes de manutención infantil durante cinco años.
La investigación reveló que antes de la muerte de Terrie, Alexander traía a casa alrededor de un tercio de lo que ganaba antes del divorcio.
Si bien había pagado $ 51,000 en pagos a Terrie en total, Alexander también estaba apoyando a su nueva esposa y a sus gemelos.
La defensa de Alexander dijo que no había presentado ninguna queja sobre el dinero. “Pudo haber vuelto a la corte, podría haber solicitado una modificación y obtener un cambio en las visitas”, dijo su abogado. “Todas estas cosas que podría haber hecho. Y no hay indicios de que lo haya intentado o querido “.
Pero la fiscalía dijo que todas sus acciones esa noche eran parte del plan de Alexander. “Dejó su teléfono en casa”, dijeron. “Se cubrió las huellas de la suela de sus botas. Él esperó a que ella llegara al final del camino de entrada para que no la vieran “.
Después de nueve días y apasionados argumentos finales, el jurado deliberó y encontró a Alexander culpable de asesinato en segundo grado. No se inmutó ante el veredicto.
En junio de este año, Alexander fue sentenciado. Se recordó al tribunal que la madre de Terrie tendría que vivir para siempre con el recuerdo de haber encontrado el “cuerpo brutalizado” de su hija en el camino de entrada.
En la declaración de Emma se describe el día en que encontró a su hija “tirada en el camino de entrada cubierto de nieve, con los ojos abiertos con su hijo dentro de la casa”.
Ella dijo que Alexander podría haber obtenido ayuda legal para negociar la manutención de los hijos o asuntos de custodia, pero en su lugar eligió asesinar a Terrie.
El juez criticó la falta de remordimiento de Alexander, particularmente con respecto al hijo que compartió con Terrie. “Lo que me dijo mucho fue su total falta de empatía o preocupación”, dijo el juez. “En el informe previo a la sentencia, en el que se le pregunta sobre la dinámica de sus antecedentes familiares, ni una sola vez expresó compasión por la familia de Terrie, que ahora tendrá que criar a su hijo”.
Alexander fue sentenciado a 25 años a cadena perpetua. El hijo de Terrie, que ahora tiene cuatro años, vivirá su vida sin ninguno de sus padres.
En lugar de mirar con entusiasmo por la ventana durante una ráfaga de invierno, crecerá sabiendo que su padre asesinó a su madre en la nieve.