Los diamantes son los mejores amigos de cualquier mujer. Así lo expresó Marilyn Monroe durante la muy homenajeada escena de Los caballeros las prefieren rubias, y cuánta razón tuvo. No hay una verdadera estrella de cine que no haya llevado impresionantes joyas.
Por Natalia Ruiz | Infobae
Desde la lujosa colección de collares y tiaras de Grace Kelly al collar de esmeraldas y el anillo de más de USD 8 millones de Elizabeth Taylor, estas son algunas de las piezas que algunas actrices tuvieron en sus colecciones personales.
Elizabeth Taylor: una colección de 270 piezas de alta joyería que valió USD 137 millones
Elizabeth Taylor amaba las joyas. Boucheron, Cartier, Tiffany & Co., Bvlgari y Van Cleef & Arpels; todas ellas alimentaron la fastuosa colección de la protagonista de la cinta de 1973, Cleopatra.
La colección de Liz fue una de las colecciones privadas de joyas más importantes del mundo, sólo por debajo de la reina Isabel II: comprendió 270 piezas y fue subastada en el 2011 por la casa de subastas Christie´s. La suma que se recaudó fue escandalosa: USD 137 millones.
Una tiara del siglo XIX, sets de brazaletes, collares, pendientes, un famosísimo juego de collar y brazalete de esmeraldas y un collar que le permaneció a un emperador. Liz Taylor coleccionó tantas joyas que es difícil escoger cuál de todas es la más destacada.
Podría ser el anillo con el diamante Krupp, que Richard Burton le regaló en 1968, mismo que compró en Nueva York a un precio de USD 300.000 y posteriormente fue rebautizado con el nombre de Elizabeth.
De acuerdo con la casa de subastas, se trata de un anillo de aproximadamente 33.19 quilates con un grado de color D y un grado de pureza VS1, que al momento de su venta en el 2011 alcanzó la suma de UDS 8 millones 818.500.
Entre otros regalos que el actor, y uno de los siete esposos de Elizabeth, hizo a la actriz también destaca un collar en forma de corazón hecho de jade y diamantes que, según ha trascendido, perteneció al emperador de la India Shah Jahan en el siglo XV.
También recibió una tiara digna de la realeza que data del siglo XIX y La Peregrina de Cartier, un collar compuesto de perlas, diamantes, rubíes y una perla colgante con forma de gota, llamada “La peregrina” que tiene una historia propia y es la perla más famosa del mundo.
María Félix: una colección de reptiles preciosos
La diva de la Época de Oro mexicano, María Félix, fue una gran aficionada de la joyería de lujo. Por ello, importantes joyeros como la casa francesa Cartier y el estadounidense Harry Winston, adornaron en múltiples ocasiones su cuello, orejas y muñecas.
No obstante, las piezas de la colección de joyas de “La Doña” salen por completo de lo típico. Se trata de reptiles o anfibios que fueron replicados en oro y adornados con esmeraldas y rubíes por encargo de ella misma.
Según ha trascendido, María acudió en 1968 a la tienda parisina Cartier y pidió que le fabricaran un collar de serpientes que se elaboró con platino, oro blanco, y oro amarillo, 2.473 diamantes (en total sumaban 178.21 quilates), dos esmeraldas en forma de pera (los ojos), y esmalte verde, rojo y negro.
Aquel collar tardó dos años para elaborarse. Posteriormente, María Félix repitió un encargo a la maison y en 1985 pidió que se hiciera una copia exacta de un pequeño cocodrilo usando piedras y metales preciosos.
La gargantilla de cocodrilo está fabricada en oro y cuenta con dos cabujones de esmeralda y dos de rubí como ojos, más de mil diamantes amarillos de fantasía y más de mil esmeraldas.
Entre otras piezas de la colección de María Félix están los fabulosos regalos de algunas de sus parejas, es el caso de Jorge Negrete, quien le regaló un collar de esmeraldas valuado en 300.000 pesos o el collar Escabarajo, hecho de oro de 18 quilates, calcedonia, onyx y diamantes.
Grace Kelly: una colección de diamantes y perlas
La actriz y princesa de Mónaco, Grace Kelly, se convirtió en uno de los iconos más importantes de la moda en el Siglo XX. Las aportaciones de la famosa intérprete van desde el bolso Kelly, de la casa francesa Hérmes, hasta un estilo ahora clásico de vestidos a las rodillas y ceñidos en la cintura.
En este sentido, la colección de joyas de la princesa es una de las más deslumbrantes de todo Hollywood y la realeza. Kelly reunió piezas de la casa de joyería francesa Cartier durante toda su vida. Incluso, cuando el príncipe Rainiero le pidió matrimonio, lo hizo con dos anillos de esta prestigiosa joya.
El primero fue un anillo con una banda de rubíes y diamantes que imitaban la banda de Mónaco, el segundo estuvo adornado de diamantes de 10 quilates, de acuerdo con la revista Vanity Fair. Además de los anillos, Grace recibió un collar de la misma casa de regalo por su compromiso matrimonial, mismo que se estima tiene entre 58 y 64 quilates.
A estas lujosas piezas, también se añadieron distintas tiaras, entre ellas, la “tiara de diamantes de Kelly”, compuesta por 214 diamantes de talla moderna y 43 diamantes cortados en forma baguette y la tiara Bains de Mer, adornada con rubí y diamantes.
Además de su afición por los diamantes, la actriz que llegó a la fama gracias a su trabajo con el director Alfred Hitchcock, adoraba las perlas: “Yo favorezco el uso de perlas en pantalla y en mi vida privada. Una mujer necesita cuerdas y cuerdas de perlas”, expresó en 1950 cuando fue cuestionada por su gusto en joyas.
Grace lució múltiples piezas de perlas, sin embargo, destaca un collar de perlas y diamantes de la tienda francesa Van Cleef & Aprels. Esta pieza está compuesta por tres hileras de perlas y adornos de diamantes. Finalmente, después del fallecimiento de la actriz, en 1982, su colección se convirtió en parte de la colección Plais Princier de Mónaco, en donde todavía es expuesta.