Durante los últimos tiempos una gran parte de la población mundial hemos leído o conocido historias de personas que han perdido la vida practicando la asfixia autoerótica, algo que muchos han considerado muy perturbador pero que se ha hecho común entre los más adolescente.
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Un caso muy viral fue el del el actor David Carradine, quien presuntamente falleció de esta forma mientras se masturbaba.
La practica puede remontarse a siglos muy antiguos y se dice que este tipo de transtornos se multiplican con la llegaa del internet y la industria porno.
Es normal ahora saber de personas que sienten placer siendo ahorcadas mientras son penetradas por su pareja o asociar el placer con el maltrato físico.
Se estima que cada año mueren por AAE en Estados Unidos de 250 a 1.200 personas, aunque no obstante, las estimaciones son, casi con seguridad, inexactas, porque la práctica se realiza característicamente en secreto, la mayoría de los casos no tienen un final fatal, según señala un trabajo de El Sevier.
El 28 de marzo de 2007, el New York Times presentó la historia de un adolescente que sufrió un ataque cardiaco y pasó tres días en estado de coma después de ahorcarse a solas. Meses después, tras su recuperación, se dedicó a hacer presentaciones en escuelas para hablar contra este juego peligroso
Se conoce además que el 90 % de muertes por esta causa son masculinas, el 10 %, femeninas.
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