El Banco Central de Venezuela (BCV) termina el año con una intervención cambiaria de 50 millones de dólares, según conoció Banca y Negocios, en la última semana de 2021 para consolidar su estrategia de apreciación del tipo de cambio real, la cual se complementa con una restringida emisión de liquidez en bolívares.
Por Banca y Negocios
La autoridad monetaria está vendiendo este monto en divisas estadounidenses a una tasa de 4,58 bolívares por dólar, aunque la operación se registra oficialmente a una cotización de 5,18 bolívares por euro, un descenso de -0,58% en comparación con el precio de la semana precedente.
Claramente, el BCV envía una señal a la baja del tipo de cambio si se suma el factor de una reducida emisión de liquidez monetaria. El último registro en la página del emisor, correspondiente a la semana del 17 de diciembre, revela un aumento del circulante de apenas 1,84 % para un monto total de 3.910.335 bolívares, una cantidad muy alejada de las proyecciones que ubicaban la liquidez en más de 5.5 millones al cierre de este año.
En el último mes reportado por la autoridad monetaria, la liquidez en moneda nacional subió 6,07 %. En el mismo período de 2020, el incremento fue de 30,07 %.
En diciembre, el Banco Central vendió a la banca un total de 220 millones de dólares, lo que representa un promedio semanal de 55 millones, una cifra que, según fuentes bancarias consultadas, se mantiene por encima de la demanda del mercado, por lo que es un trabajo complicado colocar estas divisas.
Hay que recordar que el ente emisor despenalizó el incumplimiento de los plazos obligatorios para la venta de estas divisas en las mesas cambiarias, pero estableció que los bancos deben colocar 100% de estas asignaciones al precio inicial fijado por la autoridad.
Por segunda semana consecutiva, el BCV cotiza su intervención cambiaria a un precio inferior a la semana precedente.
La pérdida del poder de compra del dólar, en vista de la apreciación inducida del bolívar podría superar el 60 %, lo que también resulta preocupante por su impacto en la competitividad de precios de los bienes producidos en el país.