La milagrosa historia de una azafata que sobrevivió a la explosión de un avión a diez mil metros de altura

La milagrosa historia de una azafata que sobrevivió a la explosión de un avión a diez mil metros de altura

Vesna Vulovic tuvo una caída libre de 10 mil metros. Y vivió para contarlo.

 

 

 





En el mundo hay gente con suerte, está claro. Pero pocas personas, por no decir ninguna, comparten el destino de Vesna Vulovic. La yugoslava pasó a la historia por haber sobrevivido a una caída de 10 mil metros ?de altura. Así lo reseñó Clarín.

Era la década del 70. Su amor por los Beatles y por el Reino Unido y sus ganas de conocer el mundo hicieron que escogiera ser azafata. Estaba dando sus primeros pasos como auxiliar de vuelo, pero no se imaginaría que el destino la pondría en un lugar especial. Llegando incluso a romper un particular récord Guinness de forma involuntaria.

Todo ocurrió el 26 de enero de 1972. Vulovic tenía 22 años y era una de las tres azafatas del vuelo 367 de la compañía Yugoslav Airlines, actualmente JAT Airways. Se desempeñaba como auxiliar de vuelo desde hacía tres meses. La ruta era sencilla: de Estocolmo a Belgrado, con escalas en Copenhague y Zagreb.

Un joven Paul McCartney le entregó la medalla del Guinness por sobrevivir a la caída libre más alta sin paracaídas.

 

Una explosión a 10 mil metros de altura

Ella embarcó en la capital danesa y aprovechó para disfrutar de unos días en una ciudad que nunca había visitado. A pesar de querer hacer turismo, tuvo que acompañar a sus compañeros de tripulación que se dedicaron a comprar recuerdos para sus familiares y descansar.

Por su parte, el McDonnell Douglas DC-9-32 partió con 28 personas (23 pasajeros y 5 miembros de tripulación) a las 1:30 pm de aquel día desde Suecia. Pero en la escala de Copenhague descendió un hombre que nunca más volvió a subir al avión. Acto seguido, la aeronave registró una explosión en el compartimento de equipaje, apenas 46 minutos después de haber despegado mientras se encontraba a 10.160 metros de altura.

Vulovic, afirmó al respecto: “Vi a todos los pasajeros y la tripulación desembarcar. Un hombre parecía terriblemente molesto. No solo fui yo quien lo notó, también otros miembros de la tripulación lo vieron, al igual que el gerente de la estación en Copenhague”.

Fue enviada por error, no debía estar en ese vuelo.

 

No debía estar en ese vuelo

Y sin dudar, agregó: “Creo que fue el hombre quien puso la bomba en el equipaje. Creo que había registrado una maleta en Estocolmo, se bajó en Copenhague y nunca volvió a abordar el vuelo”.

Lo cierto es que aquel día la aeronave donde viajaba Vesna, y 27 tripulantes más, comenzó a caer en picada luego de sufrir una explosión que la partió en dos. Fueron más de 10 mil metros de caída libre. Los restos del avión terminaron sobre una ladera nevada de Srbská Kamenice, un pequeño poblado de la actual República Checa.

La única superviviente fue Vesna Vulovic, la auxiliar de vuelo de 22 años que curiosamente fue enviada por error debido a una coincidencia de nombres entre los empleados de la empresa yugoslava. No debía haber estado ahí. Sin embargo, el destino la salvó.

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