Usar ropa interior de color amarilla para recibir un nuevo año es una tradición sinónimo de presagiar buen augurio económico para los siguientes 12 meses. Comerciantes carabobeños aseguran que sí ha rotado la venta de blumers, boxers y sostenes amarillos.
Por Corresponsalía La Patilla
En tiendas de la Gran Valencia aún exhiben alguna variedad de prendas íntimas amarillas. Durante un recorrido realizado por el equipo de La Patilla en la entidad carabobeña, se observó que algunas tiendas cuentan con poco inventario. El precio de las prendas como blumers va desde 1.5 dólares hasta alcanzar los 12 dólares por cada unidad. Todo depende de la calidad, los adornos y la zona donde se ubiquen los negocios.
Los comercios que ofrecen precios más económicos se encuentran al sur de Valencia, que es donde generalmente se concentran la mayor población de bajos recursos. Para el norte de la capital carabobeña y centros comerciales, la realidad es que los precios superan los 10 dólares por prenda.
Mariangel Díaz, encargada de una tienda en la avenida Bolívar norte de Valencia, aseguró que ya cuenta con poca mercancía, el movimiento de venta de ropa interior amarilla empezó después del 26 de diciembre.
“La gente ha ido comprando poco a poco, pero desde el lunes después de Navidad las ventas aumentaron. Ya ahorita solo me quedan pantaletas de señoras, en pocas tallas. Los hombres también vinieron a comprar interiores. Los sostenes se han vendido más los de color rojo, dicen que para el amor”, comentó Mariangel Díaz.
Yolanda Rodríguez es adulta mayor, solo devenga el salario de su pensión que es 7 bolívares mensuales, que se traducen en 1.50 dólares, según el cambio oficial del Banco Central de Venezuela. La mujer recordó que mientras se mantuvo activa trabajando como enfermera, podía comprar estrenos, carteras para ella, sus dos hijos y nietos. También podía costear los gastos de la cena navideña y comprar hasta las tradicionales uvas del tiempo para el 31 de diciembre. Hoy su presupuesto mensual solo le permite recordar la época de bonanza económica.
Pero una tradición que se niega a renunciar es la de usar ropa interior amarilla. Este año pudo comprarla, porque una sobrina le regaló 50 dólares. “Con eso pude comprarme una blusa, algo de comida y mi pantaleta amarilla. Yo todos los años he usado eso como tradición desde que era una niña. No puedo estrenar zapatos, ni comprarme una cartera, pero compré mi blumer para, por lo menos, estrenar algo el 31 de diciembre”.
Elvis Silva es un comerciante de 40 años. También cree en la tradición de usar ropa interior amarilla. Este 2021 sus ventas no estuvieron estables. Resolvió conseguir unos 30 dólares y decidido a continuar con la tradición: compró un bóxer amarillo.
“Si uno no trabaja, no come. La situación país me golpeó el bolsillo este año, pero yo creo que en 2022 todo va a ser mejor, por lo menos para mí que vendo artículos de limpieza. Yo creo que usar ropa amarilla trae buena suerte”, dijo Elvis Silva.