Y lo peor es que no se ve en el horizonte político un solo líder de derecha, izquierda o centro que comprenda la gravedad de la situación, la inminente necesidad de darle un rápido vuelco a la situación y de reinsertar a la región en el re acomodo industrial mundial donde las 3 economías lideres del mundo (China, Estados Unidos, Europa) repartirán tareas para relanzar su musculo productivo. Pero este re acomodo continuara sin prisas y sin pausas hasta modificar el mapa productivo mundial. Y por default México será el gran beneficiado porque es parte de la ecuación del re acomodo estadounidense y porque los inversores privados saben que su actual mandatario tiene plazo fijo. Pero el resto de América Latina carece de vínculos aguas arriba y abajo con la producción industrial americana al tiempo que no puede contrarrestar esta falencia con tasas de productividad del factor trabajo similares a las que predominan en Asia. Tampoco da muestras de haber agotado su fase populista.
Esta situación pareciera ser preludio de graves confrontaciones civiles que quizás sean necesarias para que la región entera comprenda una vez por todas que en la era digital el conocimiento es la fuente mayor de creación de riqueza. Y el conocimiento para rendir beneficios solo prospera bajo regímenes de libertad y estado de derecho.
La fuerza creativa del conocimiento terminara por vencer las vetustas instituciones políticas creadas por Felipe II de España. Este desenlace puede ser gradual y administrado o caótico y destructivo como los fueron las guerras de independencia. Porque esas instituciones privilegian la extracción de renta sobre la creación de riqueza y establecen nichos de poder para disfrute de quienes participan de la extracción de renta al tiempo que impiden el ascenso del talento al gobierno y al poder. De allí que la mayoría de las políticas públicas se fundamenten en el logro de la equidad por encima de la libertad. La equidad es relativa y la definen burocracias. La libertad es individual y cada individuo puede percibir su presencia o ausencia sin interpretes ni administradores. La ruptura de esas instituciones y el establecimiento de sociedades libres es la única manera de salir de la trampa del subdesarrollo que ha durado seis siglos. Una sociedad libre volcaría el talento empresarial Latino Americano a la conquista del mercado internacional retirándole del financiamiento de campañas que garanticen el acceso al poder a quienes administran y aseguran el monopolio del mercado interno. Una sociedad libre facilitaría el acceso de cada niño a la economía digital rompiendo así la barrera que le impide a la mayoría de la población lograr empleos provechosos y estimulantes. Se iniciaría el crecimiento y expansión de una clase media autónoma que inyectaría a las naciones del sur del Rio Bravo de vitalidad económica y creatividad política. Solo imponiendo la libertad sobre cualquier otra consideración la región tendrá redención. Pero para llegar allí faltan varias décadas.
Este artículo fue publicado originalmente en el Instituto Interamericano para la Democracia el 28 de diciembre de 2021