La fotógrafa francosuiza Sabine Weiss, última gran representante de la fotografía humanista en Francia, falleció este miércoles en París a los 97 años, según informó a la prensa su familia.
La artista trabajó en la fotografía de moda y publicidad para ganarse la vida aunque son sus poéticas imágenes en blanco y negro las que le dieron una fama internacional.
Su obra fue objeto de una amplia retrospectiva en el Centro Pompidou de la capital francesa en 2018, llamada “Las ciudades, la calle, el otro” y que proponía una nueva lectura del trabajo de Weiss entre 1945-1960.
El Pompidou quiso poner en valor la calidad compositiva de sus imágenes frente a quienes hasta ese momento se limitaban a definirla como una artista “sentimentalista”.
Nacida en Saint-Gingolpth, Suiza, en 1924, Weiss comenzó a tomar fotografías a los 12 años, cuando le regalaron su primera cámara, aunque fue cinco años más tarde cuando decidió hacer de ello su profesión.
En 1945 se instaló en París donde fue asistente de Willy Maywald y se casó con el pintor estadounidense Hugh Weiss, de quien tomó su apellido (su apellido de nacimiento era Weber).
Allí frecuentó también a fotógrafos como Robert Doisneau o Willy Ronis, con quienes colaboró, y actrices como Romy Schneider, Jeanne Moreau, Brigitte Bardot o la escritora Françoise Sagan.
Sus imágenes han protagonizado páginas de revistas como Newsweek, Time, Life, y exposiciones de numerosos países.
Sus fondos serán donados al Museo del Elíseo, en Lausana, al que la fotógrafa decidió dejar sus 200.000 negativos, 7.000 hojas de contacto y otros tantos miles de diapositivas e impresiones.
EFE