El avance imparable de ómicron y el horizonte de la inmunidad: ¿será el fin de la pandemia o habrá más olas?

El avance imparable de ómicron y el horizonte de la inmunidad: ¿será el fin de la pandemia o habrá más olas?

Micrografía electrónica de barrido coloreada de células infectadas crónicamente y parcialmente lisadas (verde) infectadas con una cepa variante de partículas del virus SARS-CoV-2 (azul), aisladas de una muestra de un paciente.

 

El año ha comenzado con la misma tendencia al alza de los contagios con la que acabó. La sexta ola de covid, en la que ómicron se ha vuelto protagonista, ha traído en la víspera del día de Reyes 137.180 nuevos contagios y una incidencia de récord que supera los 2.574 casos. La incidencia en todas las regiones españolas se encuentra por encima de los 1.000 casos diagnosticados en los últimos 14 días, lo que sitúa la transmisión del virus en riesgo muy alto en todo el territorio. Esta situación no parece tener fin pronto, ya que el director médico del hospital Clinic de Barcelona, Antoni Castells, vaticinó el pasado martes que “en 10 días” España alcanzará el pico de contagios de esta sexta ola.

Por 20minutos.es





Aunque en las últimas semanas ya ha empezado a notarse la presión hospitalaria debido al gran aumento de contagios –la ocupación de UCI está en nivel de riesgo alto-, como explica en conversación con 20minutos Salvador Peiró, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y jefe de Investigación de Fisabio (Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Generalitat Valenciana), con ómicron, aún “no ha habido tanto tiempo como para ver completamente su efecto de entradas en UCI o fallecimientos”. Esto apunta a que todavía quedan semanas complicadas a nivel sanitario.

Según los datos más recientes de Sanidad, aparte de las 38.041.112 personas vacunadas con pauta completa, el 88,61% de la población de más de 70 años ya ha recibido la dosis de refuerzo; entre la población de entre 60 y 69 años la han recibido el 78,23% ; entre la población de entre 50 y 59 años, el 36,70% y entre la población de entre 40 y 49 años, el 19,48%. En las próximas semanas continuará la vacunación de terceras dosis y de menores de edad, aunque dichas semanas coincidirán con una transmisión del virus alta y con el hecho de que las vacunas tardan en otorgar una protección elevada, por lo que por esa vía, al menos en las semanas más próximas, no se podrá controlar la sexta ola.

Sin embargo, aunque no se aprecia por el momento el decaimiento en la transmisión del virus y sus efectos más graves podrían aparecer en las próximas semanas, ómicron también ha abierto la puerta al optimismo porque se le presupone cierta levedad en los síntomas. Esta situación ha devuelto al debate público la posibilidad de adquirir la llamada inmunidad de rebaño, pero ¿es posible adquirir este tipo de inmunidad? ¿Será el fin de la pandemia o habrá más olas?

¿A qué tipo de inmunidad podemos optar?

Salvador Peiró dice que hablar de inmunidad de rebaño, “con una transmisión como la de la covid, no tiene sentido”. Se considera que existe inmunidad de rebaño cuando, después de que un gran grupo de población adquiere inmunidad ante una infección -sea por vacunación o por haberse recuperado-, el resto de personas de la población son protegidas de manera indirecta porque la infección no puede seguir siendo transmitida. En algunas infecciones, como el sarampión o la polio, esto sí ha ocurrido. En el caso de la covid, donde las personas que muestran cierta inmunidad pueden seguir transmitiendo el virus -además de que la inmunidad de la vacuna y la adquirida tras una infección decrece con el tiempo-, no se puede dar esta situación.

Además, si el virus sigue transmitiéndose, seguirá mutando, dando lugar a nuevas variantes y nuevas olas. Al no poder evitar la transmisión del virus, se puede dar una situación similar a la del virus de la gripe, para el cual se tienen que actualizar vacunas cada año para poder hacerle frente en condiciones.

Peiró cree que, debido a las diferentes procedencias de las personas que siguen la evolución de la covid -epidemiólogos, virólogos, inmunólogos,…- en ocasiones se utilizan conceptos familiares para el público para explicar ciertos procesos de manera algo inexacta. En cuanto al uso del término inmunidad de rebaño, considera que puede hacer referencia “a que la epidemia no nos va a causar un daño importante”.

Este mismo uso inexacto de los términos ocurre cuando se hace referencia a que la covid “se volverá endémica”. “Tampoco es un concepto que tenga mucho sentido en epidemiología”, cuenta, ya que “la endemia es una enfermedad que permanece estable en una región

, como la malaria, que es una enfermedad endémica de África, y la covid está en todo el mundo…”. En definitiva, explica que “a lo que se están refiriendo algunos expertos es que será menos grave y nos causará muchos menos problemas, como con los resfriados. No decimos que tenemos inmunidad colectiva o de rebaño para los resfriados, simplemente no es grave”.

¿Cómo de cerca estamos de que la covid sea como un resfriado?

“Hasta donde vamos viendo, las vacunas funcionan muy bien, y el haber pasado la enfermedad también, respecto al riesgo de pasar covid grave”, expresa Peiró. Sin embargo, las actuales vacunas no son tan buenas para prevenir la infección. Se espera que esta deficiencia se pueda suplir en el futuro con vacunas de segunda generación estirilizantes, “las nasales, fundamentalmente”, apunta.

“Cuando empezamos a vacunar, la protección frente a contagios era del 80 al 85%. Entonces sí que cayeron los contagios mucho. Igual que ahora, cuando ponemos terceras dosis”. “Al principio nos daba la impresión de que reducirían mucho los contagios, pero lo cierto es que, al cabo de tres o cuatro meses de haberse puesto la segunda dosis, la gente vuelve a ser susceptible de contagiarse“, reconoce. También resalta la facilidad de ómicron para reinfectar a personas que ya han pasado la enfermedad. Aun así, insiste en que “ahora las defensas funcionan muy bien para evitar la enfermedad grave”, tanto “con la vacunación como con los que se contagian”.

Si finalmente se confirmase que con la variante ómicron la covid se volviese tan leve como el resfriado, Peiró explica que tendría que cambiarse la forma de contar y monitorear los casos. “Los acabaremos contando pero no se irá caso tras caso, ni mucho menos. Se hará como hacemos con otras enfermedades respiratorias, a través de métodos de muestreo por redes de vigilancia, por redes centinelas”. Incluso considera que ya en la actualidad “podríamos pasar a una forma diferente de monitorizar la evolución, ya que la gravedad ha bajado”. Por tanto, el final de la pandemia no significará el final del SARS-CoV-2, pero sí el final de uno muy virulento al que habrá que continuar siguiendo de cerca para observar sus mutaciones, como con otros virus respiratorios.

¿Es ómicron la variante que nos llevará hasta ese punto?

Aun es pronto para saberlo. Aunque los datos en cuanto a la gravedad de ómicron sean positivos, todavía no se puede afirmar que esto vaya a ser así siempre y para todo el mundo. “En los lugares con muy baja vacunación, hay que aumentarla, porque si llega ómicron es posible que no sea tan leve como en los lugares en los que sí hay tasas de vacunación altas”.

Peiró menciona que desde Reino Unido se han publicado datos en la última semana que apuntan a que la levedad de ómicron se debe a que “está actuando sobre un montón de personas que están vacunadas. Se contagian y la mayoría no son casos graves“. En países como Sudáfrica, donde la tasa de vacunación es baja -aunque no de las más bajas-, “se habla de un 60 o 70% de personas que habían pasado la infección. En ese caso también tendrían cierta protección”, reconoce.

Deja claro que solo se lleva un mes monitorizando ómicron y “probablemente en unas cuantas semanas tendremos un poco más de idea”. En cualquier caso, señala que “no parece que sea mucho más leve” en personas no vacunadas y que no han pasado la infección, por lo que dicha variante no significaría en ese caso el fin de la pandemia.