El gobierno británico pidió el jueves una “solución pacífica” a la crisis en Kazajistán, donde “decenas” de manifestantes han muerto a manos de la policía, e instó a frenar la “escalada” de violencia.
“Obviamente, estamos preocupados por los enfrentamientos violentos y seguimos de cerca la evolución de la situación. Pedimos que se ponga fin a la escalada y llamamos a una solución pacífica”, dijo un portavoz del primer ministro Boris Johnson.
AFP