Australia registró este sábado por primera vez más de 100.000 contagios diarios de la covid-19 por el fuerte impacto de la variante ómicron, que ha triplicado los contagios en las últimas semanas.
La región de Nueva Gales del Sur, la más poblada y más golpeada por la variante ómicron, reportó este sábado 45.098 infecciones y 1.795 hospitalizaciones, mientras que en el vecino estado de Victoria, el segundo más poblado, se registró un récord diario de 51.356 contagios.
En el caso de Victoria, que acumuló más de doble de casos que el día anterior, la autoridades contabilizaron los 20.000 casos de test rápidos de antígenos realizados entre el sábado pasado y el jueves.
El estado de Queensland, que había evitado hasta hace poco la propagación masiva del virus, también registró cifras diarias récord con más de 11.000 casos hoy.
Este récord en el número de contagios diarios se produce mientras la atención internacional está centrada en el tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, que permanece en un hotel de Melbourne a la espera de que un juez decida el lunes si se le revoca su visado por incumplir las medidas contra la covid-19.
El aumento de casos se produce mientras los estados más poblados del país han decidido suspender las cirugías no urgentes y han empezado a implementar nuevas limitaciones en la vida social para tratar de manejar la presión sobre sus hospitales.
A pesar de la subida de casos, el primer ministro australiano, Scott Morrison, aseguró a principio de semana que mantendrá sus planes de reapertura económica.
“Hemos cambiado de marcha… Estamos gestionando de una manera diferente para poder vivir con el virus. La gente puede seguir trabajando, los niños pueden volver a la escuela cuando ésta empiece de nuevo. La gente puede mantener sus negocios abiertos y ganarse la vida”, dijo Morrison.
Hasta finales del año pasado, Australia, que tiene a más del 90 % de su población objetivo vacunada ,mantuvo una dura política de confinamientos por unos pocos casos además de fuertes restricciones en sus fronteras internacionales.
La nueva estrategia del Gobierno australiano incluye la apuesta por el uso de las pruebas caseras de antígenos frente a los de la PCR, que no serán subsidiados, lo que ha creado una fuerte demanda de estos productos farmacéuticos.
Tras días de escasez de pruebas caseras de antígenos, cuyo precio ha aumentado en al menos un 50 % y que se venden en el mercado negro, así como de largas colas en las clínicas para someterse a los exámenes de PCR, se teme que muchos casos queden sin reportarse, así como una explosión de contagios.
EFE