El incendio registrado este domingo en un edificio de viviendas de El Bronx y que dejó al menos 19 víctimas mortales, incluidos nueve niños, tuvo su origen probablemente en una estufa eléctrica que prendió fuego en uno de los apartamentos, expandiéndose las llamas rápidamente debido a que la puerta del recinto quedó abierta.
El jefe del cuerpo de bomberos de Nueva York, Dan Nigro, dijo en una rueda de prensa en el lugar de los hechos que esta es la hipótesis más probable de este incendio, el más grave de la historia reciente de Nueva York.
Por su parte, el alcalde Eric Adams señaló que entre las víctimas podría haber numerosos gambianos, por ser esta una zona del Bronx donde esta comunidad africana es mayoritaria, y prometió que todos tendrán un entierro según el ritual musulmán y respetando sus tradiciones.
Por el momento, se mantienen las cifras de 19 muertos (9 de ellos menores) y treinta hospitalizados, algunos de ellos en estado muy grave, por lo que el saldo de muertos podría aumentar.
Una de las residentes en el edificio declaró a la cadena CNN que el edificio tenía una alarma de incendios que no funcionaba bien y que saltaba con frecuencia, casi siempre sin razón aparente, lo que pudo contribuir a que hoy los vecinos de los 120 apartamentos que se encuentran en el bloque de 19 plantas no la tomaran en serio.
Preguntado al respecto, el jefe de bomberos no pudo confirmar ese extremo pero sí dijo que su departamento recibió poco después de declararse el incendio un primer aviso y llegaron al lugar de los hechos tres minutos después.
Doscientos bomberos participaron en la tarea de evacuación de las víctimas, que están siendo realojadas en hoteles cercanos y otros edificios públicos, dijo Nigro, quien destacó que sus hombres siguieron evacuando a intoxicados incluso después de quedarse sin aire.
El fuego se originó en una habitación de un dúplex entre el segundo y el tercer piso, y al salir del apartamento, sus ocupantes dejaron abierta la puerta, lo que contribuyó a la rápida expansión de las llamas y del humo, que escaló con facilidad por las plantas restantes del edificio.
El fuego se declaró alrededor de las 11 de la mañana en un apartamento situado en el segundo piso del edificio, una torre de 19 plantas con 120 viviendas.
Los bomberos encontraron a víctimas “en todos los pisos”, muchas en parada cardíaca y respiratoria, según dijo Nigro a los periodistas.
Nigro lo comparó con el fuego registrado en 1990 en el club Happy Land, en el que perecieron 87 personas y que es la mayor tragedia de este tipo en la historia reciente de Nueva York.
El peor incendio del que hay registro en la Gran Manzana tuvo lugar en 1911 en una fábrica del sur de Manhattan en la que murieron 146 personas.
“Las cifras son horribles”, apostilló Adams, que hoy vivió el primer gran drama de su mandato como alcalde, que comenzó el 1 de enero.
El de hoy es el segundo gran incendio que Estados Unidas registra esta semana, después del que se vivió el miércoles en un edificio residencial de Filadelfia, en el que murieron doce personas, entre ellos ocho niños.
En El Bronx, numerosos residentes fueron evacuados por los bomberos a través de las ventanas del edificio, tal y como pudo verse en imágenes recogidas publicadas en las redes sociales y según contaron varios supervivientes a medios locales.
“Estaba gritando: ¡ayúdeme! ¡por favor vengan a por nosotros!”, relató a The New York Times Wesley Patterson, un hombre de 28 años que vive en el tercer piso del edificio incendiado y que fue rescatado por los bomberos con una escalera cuando su vivienda estaba ya llena de humo.
Cristal Díaz, otra residente, dijo al New York Post que cuando empezó a oler humo colocó toallas mojadas en la puerta: “No sabíamos qué hacer. Miramos por las ventanas y vimos todos los cadáveres que estaban sacando con sábanas”.
“Estoy horrorizada por el devastador incendio en El Bronx hoy. Mi corazón está con los seres queridos de todos aquellos que trágicamente hemos perdido, con todos los afectados y con nuestros heroicos bomberos”, dijo a través de Twitter la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul.
EFE