Ha muerto José Curiel. El Señor le ha llamado a la Casa del Padre para darle el premio de los justos. José fue un creyente que procuró, durante toda su vida, vivir y transmitir la fe en Dios que es Amor. Nos queda el dolor de la separación temporal de una persona a la que quisimos y admiramos. Dolor compatible con la serenidad alegre de saber que ya goza de la felicidad que no acaba, a la cual, por la misericordia divina, deseamos también llegar quienes fuimos y seguimos siendo sus amigos. Porque, como dice la liturgia de difuntos, la vida no fenece, se transforma y se nos prepara en el Cielo eterna morada. Vaya a toda su familia, en especial a su viuda, hijos, nietos y hermanos, nuestra sincera palabra de condolencia.
Ha fallecido como consecuencia de una insuficiencia pulmonar derivada de una condición preexistente. Sus dolencias físicas de los últimos años no fueron obstáculo para que, hasta el último momento, nos acompañara en el Consejo Superior de la Democracias Cristiana en la vigilia de patria que consume, en estos años de oscuridad, a quienes tenemos un insobornable amor por Venezuela.
José Curiel fue un honesto servidor público y un político recto. Integrante de la Generación de 1958 supo demostrar, a lo largo de toda su existencia, que la participación responsable y solidaria en el debate y en la gestión de los asuntos de la Nación puede hacerse sin degradaciones y sin corrupción. Fue un ejemplo de político honesto. Fue un ejemplo de Parlamentario, Ministro y Gobernador con capacidad puesta al servicio de sus compatriotas.
La nueva primavera de la Patria tendrá en él un ejemplo al cual mirar y a quien imitar, porque, desde su juventud hasta su ancianidad fecunda, su vida fue un darse generoso, sin esperar prebenda ni reconocimiento.
De José Curiel puede decirse lo que dijo José Martí de Cecilio Acosta: “cuando alzó el vuelo, tenía limpias las alas”. Hombre de humildad y sencillez proverbial, toda alabanza para él resulta corta en el momento triste de la despedida.
Al renovar nuestro pésame a sus familiares y amigos, con nuestro afecto envuelto en llanto sólo nos queda decirle: ¡Descansa en paz, hermano!
Por el Consejo Superior de la Democracia Cristiana.
Pedro Pablo Aguilar, Oswaldo Álvarez Paz, Henrique Salas Romer, Humberto Calderón Berti, Andrés Caldera Pietri, Abdón Vivas Terán, Julio César Moreno León, José Rodríguez Iturbe, Maritza Izaguirre, Román Duque Corredor, Haroldo Romero, Nelson Maldonado, Ivonne Attas, Emilio López, Jesús “Chucho” Ganem, Enrique Naime.
Secretario Ejecutivo: Lorenzo Tovar Colmenares.
Consultores: Gustavo Tarre Briceño y Asdrúbal Aguiar.
Por COPEI: Roberto Enríquez, presidente y Robert García, secretario general.
Por PROYECTO VENEZUELA: Henrique Salas Feo, coordinador general.
Por CONVERGENCIA: Biagio Pilieri, coordinador general.