Son los responsables de una empresa de la región de Dalian en la que se cree que no todos los empleados usaron barbijos y cumplieron con las cuarentenas.
Por infobae.com
China condenó a tres personas a más de cuatro años de cárcel por incumplimiento de las reglas que condujeron a un brote de coronavirus, en uno de los castigos más duros por fallas en la aplicación de la estricta política de “covid cero” del régimen de Xi Jinping.
Las violaciones en una empresa de carga en Dalian, un puerto en el noreste, incluyeron no controlar que los empleados usaran máscaras, evitaran visitar lugares públicos fuera de horario y que fueran puestos en cuarentena y evaluados adecuadamente, informó el Global Times el martes. Los descuidos hicieron que cuatro personas infectaran a otras 83.
El episodio involucró a un carguero que traía productos congelados a Dalian a mediados de noviembre de 2020, dijo el sitio web de noticias estatal, citado por la agencia Bloomberg. El controlador de la empresa, su representante legal y un supervisor fueron condenados a penas de prisión de 39 a 57 meses la semana pasada. La empresa fue multada con 800.000 yuanes (125.500 dólares), según el portal de noticias, que no proporcionó los nombres completos de la empresa o de las personas, ni el nombre del tribunal.
Dalian no fue el único lugar donde el régimen castigó a quienes violaron las disposiciones anti covid, en momentos en que China lucha con brotes cada vez más grandes causados por la más contagiosa variante ómicron. El miércoles, la policía de Xuchang, en la provincia de Henan, anunció que el jefe regional de una unidad de la empresa Guangzhou Kingmed Diagnostics fue detenido por violar las reglas, lo que provocó un brote. La declaración no decía qué tipo de infracción cometió el acusado.
Más presión a la estrategia “cero covid”
China, que en el primer semestre de 2020 había ya controlado en gran parte el virus aparecido en diciembre de 2019 en el centro del país, sigue una política de “cero covid” basada en cierres focalizados, restricciones fronterizas y cuarentenas prolongadas.
El régimen está particularmente en alerta al acercarse los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, del 4 al 20 de febrero.
Sin embargo, su estrategia se vio recientemente presionada por un brote en Xi’an, el más grande del país desde marzo de 2020, y por la aparición de la variante ómicron. La ciudad enfrenta su tercera semana de cuarentena para erradicar el brote que acumula cerca de 2.000 casos.
En la región de Henan, cercana a Xi’an, al menos tres ciudades enfrentan brotes del coronavirus. La capital provincial de Zhengzhou cerró escuelas y restaurantes y la ciudad de Yuzhou ordenó la semana pasada a su millón de habitantes permanecer en casa.
El martes, las autoridades confinaron a los cinco millones de habitantes de la ciudad central de Anyang. Todos los comercios no esenciales fueron cerrados y se lanzó una campaña de pruebas masivas “para responder a la severa situación de control epidémico y evitar estrictamente la propagación del brote del virus ómicron”, publicó la agencia.
Los casos de Anyang, en la provincia de Henan, están ligados a un foco contagioso en la ciudad norteña de Tianjin, una ciudad portuaria a 150 km de Beijing, que también prohibió la salida de sus habitantes sin permiso de las autoridades y ordenó realizar pruebas a sus 14 millones de residentes.
En total, la Comisión Nacional de Sanidad de China anunció este miércoles la detección de 221 nuevos positivos del coronavirus SARS-CoV-2 el martes, 166 de ellos por contagio local.