Afuera hacía frío. Adentro estaba oscuro, el silencio apabullaba. No tuvo más que prender la luz para ver el horror. Había sangre por todos lados. En las paredes, la alfombra, el piso.
Por Clarín
Descubrió un cuchillo manchado envuelto en una toalla sobre los juguetes; otro igual había quedado tirado al lado de un pequeño cepillo de dientes rosa.
Pero en el baño se encontró con la peor atrocidad que puede encontrar una madre. Lulu y Leo, sus hijos de 6 y 2 años, estaban en la bañera. Muertos.
A su lado, Yoselyn Ortega, la mujer que cuidaba a los niños, se encontraba tirada en el piso. Su camiseta celeste con rayas blancas también estaba teñida de rojo. Cuando ella comenzó a gritar, desesperada, la niñera se acuchilló en el cuello.
Para leer más, ingresa aquí