Casi diez años después, avanza investigación de uno de los crímenes sin resolver que conmovió a Francia

Casi diez años después, avanza investigación de uno de los crímenes sin resolver que conmovió a Francia

Hace 10 años tres miembros de una familia británica y un ciclista francés murieron baleados en los Alpes franceses y aún no se sabe quien fue el asesino (imagen de referencia)

 

Un hombre fue detenido en relación a un caso sin resolver desde hace una década en el que fueron asesinados a tiros tres miembros de una familia británica y un ciclista francés en los Alpes.

Por Infobae

Saad al-Hilli, un ingeniero nacido en Irak, su esposa Ikbal y su madre, Suhaila al-Allaf, fueron asesinados a tiros en un área de descanso en un remoto camino forestal en las afueras del pueblo de Chevaline, cerca del lago Annecy, en 2012. Las dos hijas pequeñas de la pareja sobrevivieron al ataque.

Un ciclista local, Sylvain Mollier, también fue asesinado a quemarropa después de aparentemente tropezar en la escena. Hasta el momento nadie había sido acusado por el ataque, convirtiéndo el trágico suceso en uno de los crímenes sin resolver más conocidos de Francia.

Fuentes policiales dijeron a los medios franceses que un hombre no identificado había sido detenido y su casa registrada. Se estaban verificando los movimientos y el paradero del hombre el día de los asesinatos, así como los días anteriores y posteriores, dijeron las fuentes.

Line Bonnet, el fiscal de Annecy, dijo en un comunicado que una persona había sido arrestada a las 8 a.m. del miércoles por detectives en Chambéry, y agregó que se darían a conocer más detalles “después de la detención”, pero que la investigación estaba cubierta por leyes de secreto judicial.

La cadena de televisión BFM dijo que el sospechoso era un hombre casado que había sido interrogado previamente como testigo. El arresto sigue a una recreación detallada de los hechos por parte de los gendarmes en septiembre, en el noveno aniversario de los asesinatos.

La policía francesa y británica hasta ahora no ha logrado ningún progreso real en el caso a pesar de un esfuerzo masivo que involucró a oficiales en ambos lados del Canal.

Los cuerpos de Hilli, de 50 años, y su esposa dentista, de 47, que vivían en Claygate, Surrey y estaban de vacaciones en la región, fueron encontrados junto con Allaf en su automóvil BMW registrado en el Reino Unido. Cerca del vehículo se encontraron más de dos docenas de casquillos de bala usados.

En uno de los muchos giros inexplicables del caso, se supo que el anterior esposo de Ikbal, un dentista estadounidense, murió de un ataque al corazón el mismo día del tiroteo, aunque la policía dijo que las muertes no estaban relacionadas.

La hija de Hilli, que entonces tenía siete años, Zainab, fue golpeada brutalmente con una pistola durante el ataque, y posiblemente después de que el asesino se quedó sin municiones, sugirió la policía. Su hermana Zeena, entonces de cuatro años, se escondió en el espacio para los pies del vehículo.

Varios sospechosos han sido detenidos anteriormente en relación con el caso, incluido el hermano de Hilli, Zaid, quien fue arrestado bajo sospecha de asesinato en 2013 pero luego se le dijo que no había pruebas suficientes para acusarlo de un delito.

Zaid, de Chessington, Surrey, admitió que peleó con su hermano en octubre de 2011 después de meses de discusiones sobre una propiedad de 1 millón de libras que la familia poseía en Claygate, pero negó enérgicamente cualquier sugerencia de que estuviera involucrado en los asesinatos.

Un hombre iraquí de 35 años identificado sólo como S también fue interrogado por la policía luego de que otro ex prisionero le informara que había afirmado que le habían ofrecido “una gran suma de dinero” para matar a iraquíes que vivían en el Reino Unido. Fue puesto en libertad sin cargos después de que se estableció que no estaba en Francia el día de los homicidios.

Un ex soldado de la Legión Extranjera francesa, Patrice Menegaldo, que vivía localmente en ese momento y luego se suicidó en 2015, fue nombrado como el principal sospechoso en un libro publicado tres años después del tiroteo. Los detectives sugirieron que encajaba en el perfil del asesino a sueldo profesional que se creía que estaba detrás del crimen.

El libro también contenía una afirmación del hermano de Hilli de que había habido un “encubrimiento” y que Mollier era el verdadero objetivo del asesino. Un motociclista que pasaba por Lyon también fue rastreado y descartado de la investigación.

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