El gobierno australiano reconoce que, pese a no estar vacunado frente al covid-19, Novak Djokovic presenta un “riesgo insignificante” de infectar a otras personas. Entonces, ¿por qué el ministro de Inmigración ha cancelado su visado y quiere deportarlo?
A continuación, los motivos clave que ha esgrimido el ministro Alex Hawke en un documento publicado por la corte federal que examina el recurso de Djokovic:
Sentimiento antivacunas
La presencia de Djokovic en Australia “puede alentar el sentimiento antivacunas”, indica Hawke, subrayando que el número uno mundial ha expresado públicamente su oposición a recibir el inmunizante.
Esto puede empujar a los australianos a no vacunarse o a no administrarse la dosis de refuerzo, argumenta.
Desprecio por las reglas
Djokovic reconoció “un error de juicio” al encontrarse con un periodista del diario deportivo francés L’Équipe después de haber dado positivo a un test de covid-19 a mediados de diciembre.
Si se queda en Australia, el deportista serbio puede “fomentar un desprecio similar” a las guías sanitarias ante la pandemia, opina el ministro.
Orden público
Como referente deportivo, el incumplimiento de Djokovic de las medidas sanitarias y su rechazo a la vacunación puede minar la gestión de la pandemia en Australia, según Hawke.
No solo puede animar a la gente a saltarse las reglas sanitarias, sino que también puede conducir a “agitación social”, asegura.
El ministro enumera las “marchas y protestas” que han tenido lugar en Australia, que “pueden ser por ellas mismas un foco de transmisión comunitaria”.
Declaración de viaje falsa
Djokovic reconoció haber entregado una declaración errónea a las autoridades australianas asegurando que no viajó en los 14 días previos a su llegada a Melbourne el 5 de enero cuando, en realidad, se trasladó de Serbia a España.
El tenista atribuyó el error a su agente, que admitió su responsabilidad.
Hawke acepta que Djokovic no vulneró la ley si el formulario no fue llenado por él, pero asegura que “debería haber sido más cuidadoso” con un documento tan importante.
En cualquier caso, el ministro no lo considera un factor crucial y afirma que la decisión final hubiera sido la misma independientemente de esta declaración.
Preservar la vida y la salud
Cancelar el visado puede causar a Djokovic y su familia “angustia y dificultades emocionales”, dañar su reputación y sus finanzas e impedirle competir en el Open de Australia, concede Hawke.
Pero estos inconvenientes no compensan los riesgos que su permanencia supone para la gestión del covid-19 en el país, afirma el ministro.
Estos riesgos atañen “la misma preservación de la vida y la salud” de muchos australianos en un momento en que el sistema sanitario está bajo una “creciente presión”, indica.
AFP