Venezuela está retrasada en el cumplimiento de las acciones para honrar sus compromisos de disminuir las emisiones de los gases responsables del cambio climático. Esto se evidencia en las impresionantes llamas en los mechurrios de Pdvsa, por donde se expulsan al ambiente millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Analistas sostienen que con el plan de siembra petrolera que impulsó la producción de crudo pesado, ubicó a la estatal en los primeros lugares de las petr0leras más contaminantes del mundo.
Por Ahiana Figieroa / Tal Cual
La misma ineficiencia que causó una severa caída en la producción petrolera está ocasionando serios daños y pasivos ambientales en Venezuela. Expertos afirman que además se están destruyendo los recursos petrolíferos de un país que requiere de grandes inversiones para salir de la crisis.
La industria venezolana de los hidrocarburos presenta desde hace varios años una serie de problemas operativos debido a la falta de mantenimiento de sus instalaciones. Esta situación ha ocasionado desde derrames de crudo en tierra y mar —perjudicando áreas agrícolas y pesqueras— hasta la expulsión a la atmósfera de grandes volúmenes de gases contaminantes, como el dióxido de carbono (CO2) y metano, que afectan al clima, el aire que respiramos, los suelos y finalmente a la salud de los venezolanos.
Venezuela ha firmado acuerdos internacionales en los cuales se compromete a disminuir los gases contaminantes causantes del cambio climático o del efecto invernadero. Aunque los plazos para cumplir las metas de disminución de las emisiones se encuentran entre 20 a 30 años, aún las autoridades no están preparadas para ejecutar los planes necesarios para hacer frente a dicho reto.
En este sentido, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) —que ya lleva en sus espaldas una serie de acreencias financieras y laborales que saldar— tiene una deuda muy importante en el corto plazo: la ambiental.
En varios países ya han acometido decisiones para sancionar a las economías con mayores emisiones. Este jueves 13 de enero se conoció que la empresa holandesa Dutch advirtió a 30 compañías multinacionales emisoras de CO2 que las demandará judicialmente si no disminuyen sus gases contaminantes en 45% para el año 2030. Aunque Pdvsa no se encuentra en esta lista, puede estar sujeta a algún tipo de sanción o simplemente a que no le compren más sus productos, o que se los compren a un precio muy por debajo del mercado por sus elevados niveles de contaminación.
Sobre 90% de las economías del orbe son signatarias de estos acuerdos que apoyan como necesaria la transición energética y el cero-neto para 2050 (net-zero).
Einstein Millán Arcia, asesor de petróleo y gas y director-gerente de la consultora internacional Fractal en materia de Energy & Carbon Sequestration, indicó que todos los proyectos y activos que Pdvsa opera, desde la implementación del plan de siembra petrolera en 2006, han sido consecuentemente intensivos en términos de emisiones de carbono.
«Antes del arranque de este plan, las emisiones de los crudos pesados y extrapesados era de 17%, mientras que hoy la relación abarca cerca de 61%. Los crudos pesados y extrapesados por su naturaleza contienen largas cadenas de carbono y son altamente contaminantes porque tienen mayor densidad de carbono en su constitución molecular», explicó.
De acuerdo a los cálculos realizados, dada la producción y el tipo de operaciones, Venezuela emite solamente a través de su industria petrolera 160 millones de toneladas de carbono por año. Ello, eventualmente, se podría traducir en una exposición financiera en exceso de 5.000 millones de dólares anuales si no se toman las medidas necesarias para disminuir estas emisiones.
Esta exposición financiera significa que cuando el país esté en condiciones de exportar crudo a naciones como las europeas o norteamericanas, estará obligado a cancelar altas sumas de dinero en forma de multas o sanciones, debido a la gran cantidad de gases contaminantes que emite a la atmósfera al producir sus hidrocarburos.
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