En Julio de 2019 presente mi tesis de postgrado para la especialización de derecho y política internacional en la Universidad Central de Venezuela, trabajo especial de grado que llevo como título “Política Exterior de Rusia: su influencia en Venezuela durante el periodo (2006 – 2017)”; en la misma me propuse como objetivo general analizar la influencia de la Federación de Rusia en la Política Exterior venezolana durante 2006-2017 en materia de cooperación y acuerdos bilaterales y multilaterales en el marco de la propuesta de la visión de un mundo multipolar.
Durante mi investigación sobre los acuerdos suscritos por la Federación de Rusia y Venezuela pude notar que desde la llegada de la llamada Revolución Bolivariana, Venezuela y Rusia han suscrito más de 260 acuerdos de cooperación.
En más de 15 años de estrecho intercambio y relaciones de cooperación se han suscrito más de 260 acuerdos en áreas como medicina, turismo, agricultura, minería, petróleo y militar, siendo los de cooperación militar e intercambio energético los más relevantes.
Rusia y Venezuela tienen una estrecha relación en la esfera militar, desde compra y equipamiento de material y transporte bélico, hasta la capacitación en esa misma área. Se han realizado visitas oficiales de personal militar de ambas naciones a sus respectivos Estados.
El primer acuerdo de cooperación técnico-militar se firmó en mayo de 2001, en Moscú, durante uno de los viajes del fallecido presidente Chávez. Sin embargo, los primeros contratos para la adquisición de armamento ruso se concretan a finales de 2004, con la compra de 100 mil fusiles de asalto Kalashnikov AK-103/AK-10415. A partir de entonces, las Relaciones militares ruso venezolanas han ido consolidándose, Venezuela se ha convertido en el primer “aliado estratégico” y cliente comercial de Rusia en el continente.
La cooperación ruso-venezolana, que tiene un carácter estratégico, se basa en un sólido fundamento de coincidencia de posiciones en el orden mundial policéntrico emergente.
Solo desde el 1999 al 2010, el fallecido presidente Chávez estuvo en Rusia, ocho veces, donde firmo más de 60 instrumentos de cooperación entre Rusia y Venezuela. Además de los acuerdos de compra de armas.
Ambas naciones tienen un acuerdo de cooperación para el uso pacífico de la energía nuclear, del cual se derivaría el compromiso ruso de proporcionar tecnología nuclear y de construir una central nuclear en Venezuela.
En agosto de 2014, en el marco de la X Reunión de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel Venezuela-Rusia se anunciaron nuevos Acuerdos. Si bien no se dieron detalles de su contenido, se informó, de manera general, que se concretaron “varios contratos relacionados a los Sistemas de armas”, los cuales incluirían la reparación y mantenimiento de Aeronaves y la adquisición de centros de simulación. En octubre de 2015, se iniciaron las negociaciones para la repotenciación de la flota de aviones de Caza Sukhoi Su-30MK2, incluyendo la compra de doce aparatos adicionales. Para este proyecto se autorizaron 480 millones de dólares, según anunció el Ministro de la Defensa; sin embargo, en marzo de 2016, un vocero de la industria militar rusa declaró que aún estaban a la espera de la respuesta del Gobierno de Venezuela a la oferta que le fue presentada.
Nicolás Maduro ha destacado la participación de Rusia en el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, en agosto 2017 desde una rueda de prensa en el Palacio de Miraflores señalo “A tiempo llegaron a Venezuela los mejores sistemas de armas de Rusia, y ya nuestros soldados, nuestros profesionales militares, manejan los sistemas de armas más modernos que nunca se conocieron aquí y creo que no tiene ningún ejército de América Latina”.
Venezuela, explicó Maduro, posee “distintos sistemas de misiles, de defensa, tierra a tierra, tierra a aire; distintos sistemas de artillería, de defensa antiaérea, fusiles” traídos desde Rusia en el marco de los “acuerdos de cooperación militar”.
Cabe destacar que desde la llegada de Hugo Chávez al poder, Venezuela destino parte de su gasto público a la inversión en el sector de defensa por vías alternas a la industria militar estadounidense, después de que en 2006 Washington le negara la adquisición de antiguos aviones caza-bombarderos F16.
A partir de allí, se establecieron relaciones bilaterales con Rusia para dotarse de rifles, tanques, vehículos, aviones de combate, buques de guerra, helicópteros de transporte y sistemas de misiles antiaéreos.
El giro geopolítico que dio Venezuela lo llevó a profundizar la cooperación militar con Rusia en otros eslabones de la producción de armamentos, apuntando a la transferencia de tecnologías y a la capacitación técnica de personal venezolano. En 2006 se firmó un acuerdo para construir un centro de mantenimiento y reparación de helicópteros rusos, culminado en 2013.
La alianza militar entre Venezuela y Rusia, tiene en la Federación de Rusia al principal proveedor de pertrechos militares a nuestro país, incluyendo la actualización del parque de aeronaves tipo caza.
Se han realizada ejercicios militares entre Venezuela y Rusia, siendo estos desarrollado en más de una década, lo que infiere que estos ejercicios militares son, en esencia, un componente de cooperación activa.
Las alianzas forjadas por ambas naciones no se limitan a acuerdos comerciales para la compra-venta de equipos de defensa. Los países realizan actividades sobre a su juicio son principios de la no intervención Extranjera.
La Federación de Rusia entiende la importancia geopolítica de influir sobre Venezuela, y esta última le es fundamental tener de aliado a Rusia, no solo por su gran músculo militar e influencia, sino también porque enfrenta a un mismo enemigo: EEUU.
Aludiendo a los aspectos geoestratégicos que estarían incidiendo en el nexo ruso-venezolano actual, si bien no está al mismo nivel de la época de la Guerra Fría, por lo menos sí está siguiendo la lógica de esa etapa marcada por el enfrentamiento ideológico y político.
Xiomara Sierra, abogado con postgrado en Derecho y Política Internacional, coordinadora de Vente Venezuela en el municipio Sucre estado Miranda.