Estos comensales han sido los primeros en recibir su comida de forma remota. Son los periodistas que acaban de llegar a Pekín para cubrir los Juegos Olímpicos de Invierno y pasar la cuarentena de tres semanas que exige el gobierno para poder trabajar fuera de una burbuja.
Por La Vanguardia
Toda precaución es poca para un país que quiere evitar a toda costa un confinamiento como el de 2020. Por ello, en este centro de prensa se ha reducido el contacto hasta la mínima expresión. La cafetería está regentada por máquinas que preparan y reparten la comida sin necesidad de ninguna interacción humana.
Quien viaje a China para la cita deberá someterse a un estricto protocolo Covid, ya que a diferencia de Tokio, los espectadores nacionales sí podrán asistir a los eventos.