De manera sorpresiva para todos, Jhonier Leal pidió la palabra y reconoció de “manera libre y voluntaria” su participación directa en el asesinato de su hermano, el estilista Mauricio Leal y su mamá, cuyos cuerpos sin vida aparecieron en su casa en el municipio de La Calera (Cundinamarca) el lunes 22 de noviembre de 2021.
Por semana.com
Pese a que en la audiencia celebrada en la tarde del pasado lunes Jhonier se declaró inocente, asegurando que jamás le haría daño a sus familiares, en menos de 12 horas cambió su posición y suscribió un preacuerdo con el ente investigador en el que aceptó su responsabilidad en los delitos de homicidio agravado y manipulación de elementos materiales probatorios.
“Aprovecho la oportunidad para hacer mi manifestación de arrepentimiento, pidiendo perdón antes que nada a mi familia y a mis hijos, a las víctimas, y a toda Colombia por los hechos acontecidos y a comprometerme que jamás volverá acontecer una situación de tal magnitud”, manifestó Leal con la voz entrecortada.
Todo parece indicar que ante el abundante material probatorio de la Fiscalía, la narración de los últimos momentos de vida de Mauricio y su madre y que ubican en la escena del crimen a Jhonier, así como la condena de 42 años de prisión que podría enfrentar de ser hallado culpable en juicio y la rebaja que podría recibir si aceptaba cargos, llevaron al procesado a reconocer su responsabilidad.
SEMANA pone de presente las cinco principales evidencias de la Fiscalía General contra Jhonier y que lo vinculan directamente con el crimen de su madre y hermano, así como las acciones adelantadas para manipular la escena y presentar todo como si se hubiese tratado de un suicidio.
No fue un suicidio
‘Mao, ¿qué hiciste?’, esta fue la frase que lanzó Jhonier cuando ingresó a la vivienda ubicada en el conjunto Arboretto Bosque Residencial en zona rural del municipio de La Calera (Cundinamarca) y encontró en la habitación principal los cuerpos sin vida de su hermano y su madre. En ese momento destacó la existencia de una nota escrita a mano en una hoja de papel en la cual, supuestamente, el estilista pedía perdón por lo que había hecho y le dejaba el manejo de toda su fortuna a sus hermanos y sobrinos.
Fue el mismo Jhonier quien puso en el panorama la existencia de una enfermedad terminal que sufría su madre y problemas de depresión por parte de su hermano, intentando así justificar el hecho que el estilista había atacado a su progenitora y luego se quitara la vida utilizando un cuchillo de cocina.
Fue así como Jhonier promovió la teoría del suicidio motivado por problemas personales. Sin embargo, los investigadores de la Fiscalía determinaron que las pruebas documentales y testimoniales indicaban que la muerte de Mauricio Leal y su madre representaban un homicidio como tal.
Esto ante la evidencia forense frente a las heridas que presentaban los cuerpos y una evidente manipulación de los elementos hallados en la vivienda.
Fue el mismo Jhonier quien habría escrito mensajes de texto haciéndose pasar por su hermano. Uno de ellos estaba dirigido a Jair Ruiz, el conductor, para que ese día no fuera a recogerlo y tampoco llevara a la persona que le colaboraba con el aseo. Incluso, mandó un mensaje de voz a una persona en la que decía “Perdóname”. Los peritos encontraron que esos mensajes nunca fueron escritos ni la voz correspondía a la del reconocido estilista.
Ingreso a la vivienda
Teniendo en cuenta que ni las puertas ni las ventanas de la casa de Mauricio Leal presentaban alteraciones o forcejeo, la Fiscalía General concluyó que el crimen fue ejecutado por un apersona de su absoluta confianza y quien tenía acceso libre y constante tanto al conjunto como a la residencia.
La persona que cumplía con todos estos requisitos era Jhonier, quien desde el mes de julio vivía en esa casa puesto que se estaba separando de su esposa. Era él una de las pocas personas que tenían llaves de la residencia y podía entrar sin llamar la atención de los vigilantes. Ni siquiera Jair Ruiz, conductor de Mauricio y una de sus personas de confianza contaba con las llaves, esto pese a que todos los días iba a recogerlo y entraba a la vivienda para ayudarlo con algunas tareas.
En la noche del 21 de noviembre, Jhonier llegó a la vivienda tras haber ido a una fiesta familiar. Dentro de la vivienda ejecutó el doble asesinato, utilizando un utensilio de cocina. Luego, movió con toda la calma los cuerpos hasta la habitación principal y ubicarlos de una forma predeterminada.
Jhonier habría presionado a su hermano para que escribiera esa carta. Para lograr reducirlo antes del asesinato lo obligó a tomar unas pastillas (Zopiclona) que se utilizan para dormir. Esto ante la evidencia forense frente a las heridas que presentaban los cuerpos y una evidente manipulación de los elementos hallados en la vivienda.
Pese a que dijo que esa noche se había quedado dormido tras tomar unas gotas de valeriana y al día siguiente salió sin despedirse porque sus familiares estaban dormidos, los registros de uso de datos del celular indican que a medianoche seguía viendo videos en YouTube y mandando mensajes de texto.
Las manchas de sangre
Las pruebas técnicas revelaron que tras realizar el movimiento del cuerpo de su madre, quien fue apuñalada en la sala, Jhonier verificó la presencia de sangre en uno de los escalones, hecho por el cual se dirigió hasta el cuarto donde se encontraban todos los elementos de aseo de donde sacó un trapero, un reconocido producto limpiador de pisos y varios trapos con el fin de eliminar ese rastro y cualquier tipo de evidencia.
En el baño que tenía de uso exclusivo lavó todos estos elementos para borrar la sangre. Las pruebas indicaron que en el lavabo se encontró rastro de sangre humana fresca. Igualmente, la joven que ayudaba por días con las labores del aseo indicó que existían muchos elementos que estaban fuera de su lugar.
Una toalla encontrada en la habitación de Jhonier presentaba manchas de sangre. Las pruebas de ADN revelaron que las muestras no correspondían a la persona que la usaba con regularidad para sus labores de aseo.
Retiros de dinero
Tras el asesinato, Jhonier Leal no mostró ningún símbolo de dolor o sufrimiento. Desde el velorio, revelaron varios testigos, estuvo más preocupado por adelantar los trámites correspondientes para que él quedara al frente de la Peluquería Mauricio Leal S. A. y otros negocios que tenía su hermano.
Igualmente, le preguntó a una abogada por el estado de las cuentas de Mauricio Leal y el riesgo de perder la herencia si era enviado a la cárcel. Las pruebas documentales indican que sacó de la cuenta de su hermano 62 millones de pesos. Pocos días después empezó a realizar todos los trámites para que fuera designado como representante de las empresas y nombrar a su exesposa en un puesto fundamental para el manejo del dinero.
Herida en su mano
Dos versiones muy distintas entregó Jhonier cuando le preguntaron sobre una herida que presentaba en la palma de su mano derecha. La primera era que se había lastimado con las tijeras de su peluquería. Sin embargo, poco después dijo que se había herido con un elemento de construcción que había en su casa puesto que estaba realizando una remodelación junto a su esposa, esto pese a que estaban en proceso de separación.