Con relación al conflicto armado que se vive en el estado Apure, Venezuela, y el Departamento Arauca, Colombia, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, señaló que ya es hora de que las autoridades nacionales y regionales se den cuenta que “estamos llenos de grupos irregulares”.
Anggy Polanco // Corresponsalía La Patilla
“La violencia no conduce a nada. Yo le hago un llamado a los grupos violentos que si es necesario hacer mesas de diálogos, la hagamos, pero que respeten la dignidad, la pacificidad, la vida y la convivencia sana de nuestro pueblo… En el nombre de Dios les pido que depongan las armas“, exhortó el obispo.
Monseñor Moronta considera que se debe pedir humildad tanto al Presidente de Colombia como al Presidente de Venezuela, para que piensen en el bien del pueblo, y puedan darse la mano algún día.
En el marco de la celebración del día del patrono de San Cristóbal, este 20 de enero, monseñor Mario Moronta, adicionalmente dijo que en el nombre de San Sebastián todo el Táchira y Norte de Santander están pidiendo que se abra la frontera de una manera definitiva, sin restricciones y sin problemas.
“Que Caracas y Bogotá no se quieran poner de acuerdo, que nos permitan a nosotros aquí en la frontera ponernos de acuerdo para poder vivir con dignidad, la integración, la unidad que nos distingue entre Táchira y Norte de Santander, Colombia“, expresó.