En el Zulia, los usuarios denuncian el atropello por parte de algunos comerciantes en la región. Aseveran que alrededor de 80% de los comercios del eje metropolitano que abarca las ciudades de Maracaibo, San Francisco y Cabimas, cobran los bienes y servicios a una tasa cambiaria superior a la fijada diariamente por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Corresponsalía La Patilla
Desde 2018, las transacciones y circulante de dólares en el país tomó cuerpo. Según expertos en materia económica, la causa fue la hiperinflación que se desató en Venezuela desde noviembre de 2017, ocasionando que el bolívar perdiera valor, vigencia y, por lo tanto, dejó de ser referencia para los ciudadanos.
Debido a la terrible crisis económica que atraviesa Venezuela, el Zulia, por ser un estado fronterizo, es común la circulación de tres monedas: el bolívar, el dólar estadounidense y el peso colombiano, un asunto que, además, marca claramente diferencias entre sectores y estratos sociales.
Dolarización del mercado
En la Costa Occidental del Zulia, que abarca los municipios Machiques de Perijá, La Villa del Rosario, Jesús María Semprún, Colón y Francisco Javier Pulgar, el 85% de las transacciones se realizan en pesos colombianos, pues los comerciantes para “preservar” su capital muchas veces exigen monedas extranjeras.
En la región, al igual que en toda Venezuela, los precios de los artículos están expresados en dólares y luego se hace la conversión al momento de pagar en el comercio. Por disposición del régimen chavista, la tasa utilizada para las transacciones debería ser la fijada a diario por el BCV. Pero ¿se cumple esta normativa?
Según denuncian los consumidores, esta norma no se cumple. En algunos casos, los comerciantes cobran hasta 10 puntos por encima de la tasa oficial del BCV, lo que se considera como un incremento excesivo.
Laura Cortés compra en “Al kosto”, un supermercado ubicado en el casco central de Maracaibo. En el establecimiento todos los precios están expresados en dólares, pero no están calculados a la tasa oficial.
El mercado que debía realizar ese día la señora Cortés, era de 1 kilo de jabón en polvo (1,08 dólares), 500 gramos de lentejas (1,00 dólares), una mayonesa (2,65 dólares), un jabón de tocador (0,86 dólares) y 1 kilo de arroz (0,79 dólares). Ella en su calculadora llevaba la cuenta de cuánto debía pagar (6,38 dólares), pero cancelaría en bolívares. Según sus cálculos, el monto de su compra fue 29,53 bolívares digitales, pero al momento de llegar a la caja le dijeron que era 34,58 bolívares.
“Le pregunté a la cajera porqué era ese monto, y no me daba razón. Solo me decía esa era la cuenta. Le pregunté qué tasa manejan acá para calcular el dólar, y no respondía. Pasado unos minutos, otra chica me dijo 5,1 bolívares por dólar. Le pregunté cuál era la razón y me dijo esa es la tasa. No compré. Esta situación es repetitiva en cada establecimiento donde uno comprar”, señaló.
No hay quien regule
Los consumidores se sienten desprotegidos y con incertidumbre cada vez que salen a comprar, en un país que está totalmente dolarizado. Según el reporte del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en la región el 70% de las transacciones se hacen en dólares.
Juan Cuenca es un marabino que también denunció las irregularidades a las que son sometidos todos los compradores. Su caso ocurrió en el mini market Mary Pao ubicado en la parroquia Raúl Leoni de Maracaibo. Allí el cálculo es a una tasa de 5,00 por dólar.
“Yo de verdad no entiendo si el dólar en el BCV está en 4,63, en Monitor Dólar en 4,82 y Dólar Today en 4,80, por qué siempre cobran por arriba de estas cotizaciones. Los encargados de los comercios dicen que es para proteger su dinero, por si el dólar aumenta, no perder, y a nosotros quién nos protege. El Estado está ausente en todo momento. Uno por todos lados está jodido”, se quejó Cuenca.
En el sector Amparo en Maracaibo, hay un lugar conocido como “la calle del hambre”. Allí se encuentra desde un tornillo hasta grandes ventas de víveres y verduras. La tasa fijada para las transacciones es de 5,5 bolívares, es decir, casi 10 puntos por encima de la tasa oficial.
El ente encargado de regular la disposición del Banco Central de Venezuela de velar que el cálculo para las transacciones sea bajo la tasa oficial es la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), pero parece estar ausente.
Otra petición de los usuarios es colocar los precios en los habladores y aclarar si el monto fijado es en dólares o bolívares, pues tras la entrada en vigencia de la nueva expresión monetaria (bolívares digitales), existe mucha similitud entre las cifras de ambas monedas.
BCV vs El paralelo
La ministra chavista de Comercio Nacional, Eneida Laya, informó que los usuarios denunciaron el alza desmesurado de precios de los productos en medio de la nueva expresión monetaria en octubre del año pasado y el cálculo por encima de la tasa del BCV. Lugo exigió a los comerciantes colocar el costo de los productos expresado en bolívar digital y de acuerdo con el dólar oficial.
Edison Morales, director ejecutivo de Fedecámaras Zulia, dijo que “los comerciantes conscientes deben obedecer taxativamente para controlar precios y administrar precios, y no elevar el precio del dólar fijado”. Ante esta situación, Fedecámaras Zulia exhortó a los comercios a cumplir la resolución de la Sundde, es decir, manejar para los cálculos la tasa del BCV y no violar esta resolución.
Los usuarios también han reportado el excesivo cálculo en la tasa del dólar en rubros como calzados y ropas en el mes de diciembre. Hasta 6,00 bolívares por dólar pretendían cobrar algunos comerciantes.
Según la sociedad de consumidores de la región, un estudio que adelantaron en 2021, en promedio un día normal, un establecimiento comercial grande, por ejemplo, un supermercado recibe a diario entre 400 a 600 clientes, de las cuales unas 500 personas compran.
Mientras que los incipientes mini markets reciben por día entre 80 a 150 consumidores, lo que significa que mueven un capital importante de compradores. Estiman que por el elevado cálculo en la tasa del dólar, podrían estar sobrefacturando por compra entre 3 a 5 dólares, dependiendo del volumen del mercado. Entonces, los márgenes de ganancia se amplían con esta práctica.
Se defienden los comerciantes
Un vendedor del mercado Las Pulgas, en Maracaibo, dijo que “no deben señalarlos o culpar al comerciante del cobro de los rubros. Aquí el único culpable es el gobierno, que no da garantía de nada, ni seguridad ni estabilidad”.
” Sí, reconozco que calculo la tasa a 5,1 bolívar por dólar. Yo protejo mi capital. El gobierno aquí hace lo que le da la gana. Si calculo a la tasa oficial y al gobierno le da la gana de aumentar en un día 0,50 bolívares por dólar, pierdo yo. Ya eso me ha pasado muchas veces. Si quieren que vengan, inspeccionen, yo no voy a bajar la tasa , sino cierro y trabajo con delivery. Listo y cobro el dólar al igual por encima, porque la gente no se alza y sale a recoger de firmas para que salgamos de Maduro. Eso es lo que hay que hacer para que todo sea como antes”, señaló el comerciante.
Carlos Petit, presidente de la asociación que agrupa a los Jubilados y Pensionados en el Zulia, destacó que los abuelos “son los más golpeados con esta normativa que impera ahora en Venezuela, de llevar todo a la tasa del dólar. Muchos de ellos no entienden y con la miseria que perciben de 7,00 bolívares. ¿Qué pueden comprar con dólar y medio? Un paquete de arroz. ¿Dónde queda la retribución del Estado por tantos años de trabajo? ¡En nada! Aquí tenemos que denunciar y salir es del régimen que todo, absolutamente todo, lo dañó y acabó”.
La petición de los ciudadanos es tratar de unificar criterios donde todos puedan salir beneficiados. No desean el cierre de más establecimientos por la crisis, pero sí exigen mayor compromiso de parte de los comerciantes para mantener los precios o la tasa de cálculo.
Mary Díaz dijo es fuerte lo que se vive en el Zulia. “Es el estado más caro, a mi juicio, que he vivido en otros. Es la segunda ciudad más cara del país”.
Ante este escenario, el diputado zuliano de la legítima Asamblea Nacional (2015), Virgilio Ferrer, dijo que vivimos en un estado donde reina la anarquía, cada quien hace lo que quiera, no hay Estado de Derecho ni protección. “En todos los ámbitos hay una anarquía desde el punto de vista económico, jurídico y social. No hay control ni hay gobierno. El país está a la deriva y a merced de que cada quien haga lo que desee”.